Los terremotos en Myanmar provocaron un desplazamiento del suelo de seis metros, según la NASA
Myanmar fue escenario de uno de los desastres geológicos más impactantes jamás registrados, con un saldo de 3,706 muertes (hasta el 15 de abril). El pasado 28 de marzo, alrededor del mediodía, este país del Sudeste Asiático fue sacudido por un terremoto de magnitud 7.7 en las cercanías de Mandalay. Pocos minutos después, una réplica de magnitud 6.7 se produjo con epicentro a unos 31 kilómetros al sur.
La secuencia de eventos ha sido catalogada como inusual por la comunidad científica debido a la extensión y rapidez de la ruptura de la falla involucrada. Ahora, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha determinado que estos movimientos telúricos provocaron un desplazamiento del suelo de hasta seis metros en ciertas zonas.
Especialistas del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA elaboraron un mapa que ilustra el movimiento del suelo durante los sismos. En colaboración con el Laboratorio Sismológico del Instituto Tecnológico de California (Caltech), el equipo de Análisis e Imágenes Rápidas Avanzadas (ARIA) del JPL utilizó datos de radar y ópticos obtenidos por los satélites Sentinel-1A, Sentinel-2B y Sentinel-2C, de la Agencia Espacial Europea, para estudiar el fenómeno.
El Sentinel-1A está dotado de un radar de apertura sintética (SAR) que permite captar imágenes de la superficie terrestre mediante pulsos de microondas. Por su parte, los satélites Sentinel-2B y Sentinel-2C emplean sensores multiespectrales que registran información óptica. Gracias a esta tecnología, los investigadores de ARIA lograron calcular el desplazamiento horizontal del suelo en la región afectada, comparando las distancias entre píxeles en imágenes captadas antes y después del terremoto.
A partir de este análisis, se identificaron movimientos del terreno superiores a tres metros en diversas secciones de la falla, con zonas donde el desplazamiento acumulado alcanzó más de seis metros.
En el mapa superior, los píxeles rojos indican el movimiento hacia el norte, mientras que los píxeles azules muestran el movimiento hacia el sur durante los terremotos de Myanmar.Cortesía NASA
“Los modelos generados por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) sugieren que los sismos fueron consecuencia de un movimiento de deslizamiento a lo largo de la falla de Sagaing, orientada de norte a sur y situada en la interfaz entre las placas tectónicas de la India y Euroasiática. Las imágenes satelitales confirman un desplazamiento lateral derecho en esta falla, y contribuyen a precisar las estimaciones sobre la extensión de la fractura y el movimiento superficial provocado por los terremotos”, explicó la NASA en un comunicado.
La agencia estadounidense también destacó que la región de Myanmar donde ocurrieron los epicentros es conocida por su elevada actividad sísmica. Desde 1900, el USGS ha registrado seis terremotos con magnitud superior a 7.0 en un radio de 250 kilómetros respecto a los eventos del 28 de marzo. Se calcula que los temblores ocurridos el mes pasado generaron una fractura superficial de aproximadamente 550 kilómetros de longitud, la cual se extiende desde el norte de Mandalay hasta el sur de Naipyidó, la capital del país.
“Se trata de una de las rupturas superficiales provocadas por fallas de desgarre más largas que se haya documentado. Además de su extraordinaria extensión, investigaciones anteriores revelaron que también fue notablemente rápida, lo que sugiere que podría tratarse de un caso raro de supercizalladura”, detalló la NASA. El supercizallemiento hace que los terremotos intensifiquen su escala y su potencial de destrucción aumente.
Este tipo de fenómeno ocurre cuando el desplazamiento de la falla supera la velocidad de propagación de las ondas sísmicas, concentrando energía adicional justo antes de la fractura que origina el temblor.
“Este mecanismo puede intensificar las fuerzas destructivas de un sismo, lo que podría explicar por qué los recientes eventos en Myanmar causaron daños severos incluso en lugares tan distantes como Bangkok, en Tailandia, ubicada a unos 1,000 kilómetros al sureste de los epicentros”, concluye el informe.