martes, julio 1, 2025
Cuba

Los terremotos más fuertes y mortales en la historia de Cuba


La manera en que se miden los terremotos no es tan simple ni es única. Y el lenguaje que se usa para hablar de estos movimientos telúricos, también genera confusión entre la mayoría de la gente, que tiende a pensar que sismo, temblor y terremoto son cosas distintas.

En realidad, cualquier movimiento sísmico de la corteza terrestre es considerado un terremoto, y son los científicos los que han encontrado formas de darles una clasificación a la magnitud y la intensidad.

Aunque los tres términos son considerados sinónimos, porque los tres significan una sacudida de la corteza terrestre, popularmente el lenguaje usado diferencia el temblor del terremoto en que el primero es una sacudida leve y el segundo es una sacudida fuerte.

En el caso de Cuba, la isla está ubicada en una región que abarca desde la República Dominicana hasta México, en la que existen varias fallas tectónicas con una notable actividad sísmica.

Lo que ocurrió este domingo, en el Oriente de Cuba, fueron dos terremotos. Uno de magnitud 5.9 y otro de magnitud 6.8. Generalmente, los terremotos que están por debajo de 7 en magnitud son considerados leves. Y otro factor que influye en la fuerza de un terremoto es el tiempo de duración, los considerados leves suelen durar pocos segundos, como fue el caso de los ocurridos en Cuba, donde el de 6.8 alcanzó los 7 segundos de duración.

Este terremoto de 6.8 ocurrido al sureste del municipio Bartolomé Masó, provincia Granma, podemos decir que iguala el más fuerte en la historia de Cuba, ocurrido el 25 de mayo de 1992, a las 12:56 del mediodía, en la región centro oriental de Cuba, y es conocido como el terremoto de Cabo Cruz, con la misma magnitud de 6.8 grados.

Magnitud es el término usado por los sismólogos, desde que dejó de medirse los terremotos basados exclusivamente en la escala Richter, que fue establecida por el sismólogo Charles Francis Richter junto con el también sismólogo germano-estadounidense Beno Gutenberg en el año 1935. La escala de Richter es la manera más conocida y que fue la más ampliamente utilizada para clasificar los sismos. Teóricamente no tiene límite, pero un 9 en esta escala equivaldría a un Grado XII de Mercalli, es decir «destrucción total».

Otro de los más grandes y desastrosos fue el del 3 de febrero de 1932 a la 1:15 a.m., en Santiago de Cuba, con una magnitud de 6.7 grados en la escala Ritcher, y que duró 18 segundos. Dejó al sesenta por ciento de las edificaciones de mampostería y mixtas, parcial o totalmente destruidas o inhabilitadas. Unos 13 fallecidos y un gran número de heridos, que se cifran en unos 2,000, aunque no se conoce la estadística exacta, y otras fuentes hablan de 10 muertos y cerca de 200 heridos.

Sin embargo, algunos terremotos han sido considerados de mayor magnitud, intensidad y duración, como los de 1766, 1852 y 1842.

El 11 de junio de 1766, a los 11 y 5 minutos de la noche, tuvo lugar el más mortífero y violento terremoto, cuyas estimaciones lo consideran de 7.6 Mi. Causó 120 muertos y más de 600 heridos. Destruyó el Hospital Civil y las iglesias de Dolores, Santa Lucía y el Carmen, dañó seriamente el edificio del Palacio Real, la Audiencia y Sala de Justicia, donde murió el alcalde de la ciudad y casi muere el gobernador Francisco Cagigal, quien fue rescatado entre los escombros con síntomas de asfixia.

El 20 de agosto de 1852 se produjo, a los 8 y 30 minutos de la mañana, la primera sacudida de un violento sismo de 7.2 Mi,  que sembró el pánico entre los habitantes de la ciudad, y que tuvo constantes réplicas hasta el día 31, que dejó dos muertos y una docena de heridos y más de 600 edificios afectados, entre ellos algunas iglesias, que perdieron sus torres, y la Catedral Metropolitana, que tuvo que ser reconstruida.

El valor de la magnitud máxima estimada para los ocurridos en los años 1880 y 1914, es de es 6.2.   Los terremotos más fuertes demuestran un periodo de recurrencia superior a 100 años.

Hoy en día, la escala de Richter rara vez se utiliza y los científicos prefieren designar cualquier terremoto con sólo la palabra «magnitud», que puede representar varias escalas diferentes utilizadas en el proceso de cálculo.

Cuba registró en 2023 un total de 7.475 sismos, de los cuales 14 fueron perceptibles, de acuerdo con el resumen anual del Cenais.

Las magnitudes oscilaron de entre menos de 3 hasta 5.9. Cerca del 70 por ciento de los movimientos telúricos se reportan en la falla Oriente, ubicada a lo largo de la costa sureste de la isla.

 En 2018 se produjeron 15 movimientos perceptibles solo en esa zona.

Algunos estudios sugieren que existe una alta probabilidad de que la falla de Oriente genere un sismo con magnitud 7 en el futuro próximo.

En la historia moderna, el mayor terremoto tuvo lugar en la localidad de Valdivia, Chile, y es conocido como el “Gran Terremoto de Valdivia”, el más intenso del que se tenga registro, con una intensidad de 9,5 grados y con una duración entre 9 y 14 minutos.



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