Los virus modificados con CRISPR quieren acabar con las infecciones urinarias
Aunque la fagoterapia es habitual en la República de Georgia y Polonia, no está autorizada en Estados Unidos. Sin embargo, se utiliza experimentalmente en algunos casos con permiso de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA, por sus siglas en inglés). Uno de los principales problemas de la comercialización de la terapia con fagos es que suele ser personalizada para cada paciente y, por tanto, difícil de ampliar. Encontrar el fago adecuado para el tratamiento puede llevar tiempo, y luego hay que cultivar y purificar lotes de fagos. Pero el uso de un coctel fijo como el de Locus facilitaría la ampliación de la terapia.
Y existe otro beneficio potencial: «Los fagos mejorados con CRISPR permiten degradar el genoma bacteriano y evitar varios mecanismos por los que las bacterias pueden volverse resistentes a los fagos», declara Saima Aslam, profesora de medicina de la Universidad de California en San Diego, que estudia este virus pero no participa en el desarrollo de la terapia de Locus. «En teoría, esto podría impedir el rebrote de bacterias resistentes a los fagos y, por tanto, conducir a un tratamiento más eficaz».
Los principales desafíos
Philippe Zimmern, catedrático de urología del UT Southwestern Medical Center, reconoce que se trata de un enfoque interesante, pero que la administración de la terapia no es precisamente cómoda para los pacientes. En el ensayo, el coctel de fagos se administró mediante un catéter que se introduce en la vejiga a través de la uretra, lo que probablemente resultaría incómodo para los pacientes con infecciones urinarias. Los participantes también tenían que acudir a un ambulatorio para recibir el tratamiento tres días seguidos. «Sí, la resistencia a los antibióticos es un gran problema, pero tienen que pensar hasta qué punto es factible y hasta qué punto lo aceptarán los pacientes», asevera Zimmern.
Garofolo declara que la empresa tiene intención de trabajar en fórmulas y dosificaciones más fáciles de usar, que podrían incluir una píldora o un líquido bebible. Pero señala que la terapia fágica está pensada para pacientes con infecciones urinarias recurrentes, no para quienes se infectan por primera vez.
El estudio actual tampoco tenía un brazo de control, por lo que Zimmern explica que es difícil saber qué parte de la eficacia del tratamiento se debe al coctel de fagos o al antibiótico Bactrim. En su artículo, los autores afirman que la bacteria E. coli que provocó la infección de 11 de los 14 pacientes era resistente al Bactrim al inicio del estudio, lo que demuestra que el cóctel de fagos modificados tenía un beneficio añadido. Hay pruebas de que los antibióticos pueden actuar de forma sinérgica con los fagos, por lo que Garofolo asegura que la combinación de ambos podría ser más beneficiosa que la terapia con fagos por sí sola.
Actualmente, la compañía está empezando la segunda parte del ensayo, que incluirá un grupo de control al que solamente se le administrará Bactrim y un grupo experimental que recibirá el medicamento más el coctel de fagos. Ese estudio incluirá hasta 288 participantes.
Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.