sábado, noviembre 8, 2025
Cuba

madre cubana de un niño con parálisis cerebral clama por ayuda humanitaria


Felipa Hortensia Arencibia, madre del niño de siete años Raciel José Menejías, denuncia la falta de atención médica y medicamentos en Cuba, y busca una salida al extranjero para que su hijo reciba el tratamiento que necesita.

MADRID, España.-  La madre cubana Felipa Hortensia Arencibia vive un calvario desde hace siete años. Su hijo, Raciel José Menejías Arencibia, nació con parálisis cerebral y microcefalia agravada a consecuencia del virus del Zika, enfermedad que —asegura— los médicos nunca le informaron durante el embarazo.

“Mi niño nació con una parálisis cerebral producto de la enfermedad de Zika, que me dio a las 14 semanas. Fue una negligencia médica. Hasta las 32 semanas no se dieron cuenta de que el niño no crecía. Nunca me dijeron que venía con una enfermedad, para ellos (los médicos) todo estaba bien”, declaró Arencibia a CubaNet.

El pequeño Raciel, de siete años, pesa apenas nueve kilogramos, sufre desnutrición severa y reflujo gastroesofágico. Desde su nacimiento se alimenta por gastrostomía, ya que nunca ha podido ingerir alimentos por la boca.

“Mi niño si ha sobrevivido siete añitos ha sido gracias a los cuidados que yo le he dado porque mi niño ha sido hasta olvidado”, lamenta su madre. “Los médicos que lo operaron en el hospital William Soler se fueron del país. Por la parte de cirugía no se atiende con nadie. Él nada más se atiende con neurología y nutrición”.

La situación de salud de Raciel es crítica. Su madre agrega que el menor padece crisis epilépticas frecuentes y convulsiones, y los medicamentos que necesita están en falta en la Isla.

“El niño toma levetiracetam, diazepam y domperidona, y ninguno de esos medicamentos hay en Cuba. Solo entran por donaciones. Ahora mismo están en falta en el hospital”, denunció.

Felipa asegura que su hijo ha pasado largas temporadas hospitalizado, en ocasiones de hasta ocho meses continuos. Sin embargo, en los últimos cuatro meses los médicos decidieron enviarlo a casa “porque ya no tienen más nada que hacer”.

“Pero para mí, como madre, yo voy a seguir luchando hasta donde yo pueda, sin cansarme”, expresó con determinación.

Ante el deterioro progresivo de su hijo, Arencibia solicitó en 2023 una visa humanitaria para que Raciel reciba atención médica en el Hospital Nicklaus Children’s de Estados Unidos, donde el caso fue aceptado. Sin embargo, la familia no ha podido recaudar los fondos necesarios para concretar el viaje.

Comunicación con el hospital Nicklaus. (Captura: Cortesía de Felipa Hortensia)

“Tengo el número de expediente y todo. Pero el problema es que no hemos podido recaudar esos fondos. Y yo lo único que pido de corazón a las madres que tienen niños igual que el mío es que me ayuden a que mi niño pueda tener una mejor calidad de vida y me dure unos años más”, dijo.

Otra opción que podría ayudarla sería que alguien le abriera una campaña de recaudación de fondos en la plataforma GoFundMe, para cubrir los gastos.

El abogado que lleva su caso, desde Estados Unidos, le confirmó que la parte legal está asegurada, pero necesitan una persona que firme un affidavit, documento requerido para completar el proceso.

“Señora, el costo legal nosotros se lo damos. Necesitamos alguien que firme el affidavit; usted le dice eso a las personas que la quieren ayudar y que se comuniquen conmigo. La parte legal la tiene segura con nosotros”, le explicó el jurista.

Felipa asegura que no busca ayuda exclusivamente en Estados Unidos. Su único deseo es sacar a su hijo de Cuba hacia cualquier país donde pueda recibir atención médica adecuada.

“Aquí en Cuba no hay solución para él. Mi niño tiene ceguera en ambos ojos. No camina, no habla, no ve. Solo escucha. Yo solo le pido a Dios que me ayude a lograr sacar a mi hijo a cualquier país donde se pueda salvar”, dice.

Felipa Hortensia Arencibia continúa cuidando sola a su hijo en condiciones precarias, sin medicamentos ni apoyo institucional, y con la esperanza de encontrar una vía que le permita darle a Raciel una oportunidad de vivir con dignidad.



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