Madre cubana desesperada tras deportación de EE.UU.
MADRID, España.- La cubana Vivian Limonta Reyes, madre de un niño de dos años, vive una situación angustiante desde que fue deportada a Cuba desde Estados Unidos el pasado 27 de agosto junto a otras 47 personas. Limonta, cuyo hijo fue intervenido quirúrgicamente en su ausencia, en el país norteño, se enfrenta a la separación de su familia, lo que la hace sentirse desesperada. Su abogado de inmigración, Eduardo Soto, responsabiliza a las autoridades estadounidenses por lo que considera un mal manejo del caso y la violación de los derechos de su clienta.
Según explico el abogado a Telemundo 51, “EE.UU. violó sus propias leyes al deportarla físicamente sin haber decidido sobre la moción de reapertura”. Soto afirma que su clienta tenía derecho a permanecer en el país hasta que se resolvieran los procedimientos legales. El letrado presentó la moción de reapertura del caso, alegando que la deportación fue ejecutada en ausencia y sin una notificación adecuada.
El Departamento de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE) respondió a través de un comunicado enviado a Telemundo 51, donde señaló que la última moción para reabrir el caso de Limonta fue presentada en octubre de 2020 y que fue denegada poco después, lo que justificó su deportación. Sin embargo, Soto sostiene que si la corte acepta los argumentos de la falta de notificación, Limonta tendría el derecho de regresar a Estados Unidos.
Vivian, quien está casada con Osmani Pérez, un ciudadano estadounidense, expresó su dolor por la separación de su hijo Celin, un niño de dos años diagnosticado con autismo y que recientemente fue sometido a una cirugía en el hospital Nicklaus Children en Miami. “Estoy destrozadísima. Estoy sin palabras”, declaró Limonta desde La Habana a Univision tras ser deportada. “Nunca pensé que el gobierno de Estados Unidos me fuera a separar de mi hijo y a deportarme”.
Por su parte, Pérez ha quedado al cuidado del pequeño Celin y lamenta profundamente lo sucedido. “La separación de familias no debería existir. Este país siempre se ha caracterizado por cuidar la unidad familiar”, dijo, criticando la decisión de las autoridades migratorias. A través de la oficina del congresista Carlos Giménez, Pérez intentó frenar la deportación de su esposa, pero sus esfuerzos fueron infructuosos. En un comunicado, Giménez lamentó lo sucedido y señaló que señaló que su despacho continuará en su lucha por los derechos de los residentes.
Mientras tanto, Limonta permanece en Cuba, donde se comunica diariamente por videollamada con su hijo. A su llegada a la Isla, la madre cubana relató que fue recibida con burlas por parte de funcionarios locales, lo que añadió una capa más de sufrimiento a su ya difícil situación.