jueves, noviembre 21, 2024
Cuba

Madre del preso político Andy García Lorenzo 


LA HABANA, Cuba. – Tayri Lorenzo Prado tiene varios carteles que dicen “Libertad para mi hijo Andy”. Cada 11 de julio o en momentos de acoso de los órganos represivos, los cuelga de las ventanas de su casa hacia la calle, es una de sus maneras de expresar rebeldía y apoyo a Andy García Lorenzo, quien fuera sancionado a cuatro años de prisión por participar en las protestas del 11 de julio de 2021 (11J) en Santa Clara. 

Antes del 11J, ni Andy ni su familia estuvieron vinculados a la oposición al régimen, pero ese día, como miles de cubanos en todo el país, el joven salió a las calles a manifestarse pacíficamente en contra de la dictadura. Fue violentamente detenido pese a que no ofreció resistencia; lo mantuvieron incomunicado por unos diez días. Durante la primera visita de su familia lo obligaron a vestir con un pulóver de mangas largas para que su madre no viera los moretones.

Fue sometido a varias formas de torturas físicas y psicológicas. En una entrevista con CubaNet, en mayo de 2022, cuando recibió su primer y único pase carcelario hasta ahora, narró: “Sobre todo al principio también me interrogaban mucho, de madrugada incluso, interrogatorios de hasta ocho horas, como si uno fuera un terrorista. Me llegaron a rodear tres tenientes coroneles y dos mayores de la Seguridad del Estado, con una cámara, para que dijera que me arrepentía y renunciara a lo que pienso, pero no lo acepté. Me amenazaron con 20 o 30 años de prisión, cadena perpetua y hasta que me iban a fusilar en caso de que hubiera una intervención humanitaria en Cuba”.

Pasó días en celdas de aislamiento, durmiendo en el piso, con calor extremo y sometido a constantes picaduras de mosquitos, pero no dejó de denunciar todo esto y de exigir los derechos de todos los presos políticos. Tampoco se ha arrepentido de salir el 11J. “Cómo me voy a arrepentir del hecho más orgulloso de mi vida, de todos los cubanos, el día más feliz de la historia, el día en que el pueblo se levantó contra el opresor”, declaró.

Su madre explicó a CubaNet que el joven de 27 años de edad se negó a cumplir con el trabajo correccional con internamiento impuesto: “Dijo que no tenía por qué trabajarle al régimen, porque él se considera inocente”. Por este motivo, lo enviaron a la prisión El Pre y luego a la prisión de máxima seguridad Guamajal, donde se encuentra completamente aislado.

Asimismo, la madre relató que, como forma de manifestar su desacuerdo con la dictadura, Andy ha realizado huelgas de hambre y un ayuno voluntario en fechas conmemorativas.

Licencia extrapenal

Aunque actualmente se encuentra estable, Tayri Lorenzo Prado manifestó preocupación por el estado de salud de su hijo, pues este tiene un padecimiento médico que le impediría permanecer en prisión y que ha llevado a su familia a solicitar la licencia extrapenal. 

El joven padece de hipercalciuria, una enfermedad caracterizada por la presencia de un exceso de calcio en la orina que puede provocar cálculos renales, osteoporosis o, en casos extremos, daño renal y pérdida de la función renal. Debido a esto, requiere una dieta estricta que en la prisión no ha podido tener.

“Le negaron la licencia extrapenal aun cuando la comisión médica del MININT la solicitó”, asegura Lorenzo Prado. 

A Andy García Lorenzo le quedan aproximadamente nueve meses para extinguir la condena, pero nunca debió ser encarcelado. “Él y todos los presos políticos son inocentes”, afirma la madre. 

Una familia separada

Desde que Andy García Lorenzo fuera encarcelado, su familia ha sido de las más frontales exigiendo su libertad y la de todos los presos políticos. Por este motivo, han sido víctimas de actos de repudio, presiones y amenazas de la Seguridad del Estado e, incluso, de agresiones violentas. 

En febrero de 2022 el padre de Andy, Nedel García Pacheco, fue apuñalado por un sujeto que lo provocó y llamó “delincuente” al joven. Tayri también ha padecido intromisiones de la Seguridad del Estado en su trabajo como misionera en una Iglesia Bautista.

La familia ha sido amenazada con la fabricación de delitos comunes y con enviar a Andy a otra provincia si continúa denunciando las violaciones de derechos humanos o exigiendo la libertad de los presos políticos.

En los últimos tres años, en días previos y durante las conmemoraciones del 11J, cuenta la madre, la policía política moviliza a sus agentes para vigilar su vivienda. “Pero eso no nos preocupa, no nos van a intimidar”, afirma.  

Roxana García Lorenzo, hermana de Andy, y la familia de su esposo, Jonatan López, tras meses de acoso y detenciones arbitrarias, fueron forzados al exilio en Alemania debido a las amenazas de prisión por parte de la policía política. El hijo menor de Tayri, Alberto, con apenas 18 años, emigró a Estados Unidos para salvarse del hostigamiento.

“No nos vamos a callar”, asegura Tayri. “Nosotros seguimos levantando nuestras voces por nuestro hijo y vamos a estar denunciando cualquier injusticia que ocurra con él”, terminó. 

https://www.youtube.com/watch?v=rqyWaDUgxa4



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