Marc Márquez vuelve a ganar y logra su primera victoria al ‘sprint’ con Ducati en el GP de Aragón | Motociclismo | Deportes
Marc Márquez sabía que tenía una oportunidad única y la tomó de forma imponente. El 93 firmó una actuación perfecta para volver a saborear las mieles de la victoria este sábado en el GP de Aragón de MotoGP y llevarse la primera sprint de su trayectoria en Motorland, un circuito talismán donde había ganado en seis ocasiones en el pasado. El octocampeón del mundo llevaba dos años y nueve meses sin ganar una carrera en la categoría reina, y el triunfo le sirve como bálsamo después de cuatro años de calvario por culpa de las lesiones y una profunda crisis deportiva junto a Honda. También es la confirmación definitiva de que puede situarse al nivel de los dos referentes de la categoría y Ducati, Jorge Martín y Pecco Bagnaia, y de que su plan ha funcionado. El piloto de Cervera se impuso en una carrera a solo 11 vueltas y desde el primer giro: una buena salida desde la pole y un ritmo inalcanzable para los demás. El segundo clasificado, Martín, cruzó la meta a 2,9 segundos.
Año y pico después de haberse llegado a plantear la re,tirada, harto de encadenar trompazos encima de la máquina indomable de los japoneses, Márquez ratifica con esta victoria, su séptima en el trazado, su apuesta de abandonar Honda, la marca de su vida, el mejor contrato de la parrilla y su familia dentro del paddock. Todo ello recalando en una estructura satélite, el Gresini Racing, donde ha encajado como un guante, a pesar de que su vínculo será fugaz. El movimiento, al fin y al cabo, le ha permitido subirse a la moto que sigue marcando el paso, la misma que ya ganó aquí en las dos últimas ediciones del gran premio y la misma que elevó a Bagnaia, su futuro compañero de equipo, con su segundo título en la categoría reina el curso pasado.
Márquez dominó a placer todas las sesiones disputadas hasta este sábado, superando por casi un segundo al resto de la parrilla en la cronometrada para firmar su octava pole position en el trazado. El segundo, el novato Pedro Acosta, quedó a ocho décimas del catalán, el margen más abultado en MotoGP desde que Casey Stoner le sacó más de un segundo a Dani Pedrosa en Valencia 2011. Hacía tres años, precisamente en otro circuito talismán para él como Austin, en Texas, que el 93 no era capaz de dominar las dos sesiones del viernes con puño de hierro. De hecho, desde el GP de Japón de 2019 no firmaba una primera plaza en una clasificación en seco. Este año, en Jerez, aprovechó la lluvia para estrenarse con Ducati, una posición que luego aprovechó para mantener un bonito duelo con Bagnaia en la carrera larga y firmar su primer podio con los italianos un domingo.
El triunfo de Márquez llega a los tres meses de dar el golpe maestro para completar su ambicioso plan, que le ha llevado a ocupar el asiento más codiciado de la parrilla en 2025 y 2026 junto al actual defensor de la corona. Él mismo ya deslizó que esa fue su mayor victoria este año, además de haber recuperado sensaciones y volver a sonreír encima de la moto. Convencidos a nivel interno por la telemetría y las implicaciones a nivel de marketing de su figura, la victoria del 93 refuerza los argumentos esgrimidos por la plana mayor del equipo oficial de Ducati para llevar al catalán a su garaje, una decisión que provocó la fuga de grandes talentos como Martín o Enea Bastianini a fábricas rivales.
La plena adaptación de Márquez a la Desmosedici ha llegado tras 12 grandes premios subido a una máquina completamente opuesta a la Honda, con la que había corrido en sus 11 temporadas previas, desde su desembarco en la categoría. Bagnaia, en su día, tardó 42 carreras en subirse a lo más alto del podio, precisamente en este mismo escenario y doblegando al catalán después de un precioso duelo a cuchillo. Todo indica que ambos mantendrán muchas batallas de aquí en adelante ya que por ahora nadie puede toserle a las Ducati. Martín, por su parte, logró ganar encima de la montura italiana en la sexta cita con la misma, cuando era debutante en MotoGP en 2021.
El nuevo miembro de la familia ha tardado, añadiendo las sprint a la cuenta, 23 carreras en volver a sentirse ganador en la categoría reina. Aunque a nivel estadístico no computa –el libro de récords solo incluye las carreras del domingo y sitúa las cortas del sábado en un capítulo aparte–, este triunfo le da otro empujón en su misión de volver a sentirse contendiente por el título. Hacía 1.042 días, desde el GP de Emilia Romaña en octubre de 2021 –traducidos en 84 carreras para un tipo que ha ganado 85 en todas las categorías–, que el catalán no se llevaba una victoria sobre el asfalto, de largo la peor sequía de su trayectoria.
Como pedía la ocasión, el 93 lo celebró a lo grande en un circuito que es como su segunda casa. Su pueblo natal de Cervera (Lleida), y por ende su club de fans, están a tiro de piedra de un circuito donde siempre han asistido en masa los devotos del ocho veces campeón del mundo. Este domingo (14.00 horas, DAZN), Márquez buscará redondear el fin de semana desde la pole y romper, de paso, la maldita cuenta de las victorias en domingo. La oportunidad es inmejorable, y tras meses agazapado, rebajando el suflé, el catalán ya no se esconde. Está para ganar, aquí y ahora, de nuevo, un gran premio de MotoGP.
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