Marcos Rubio sobre los I220A
AREQUIPA, Perú – El senador cubanoamericano Marco Rubio abordó el limbo migratorio de los más de 300.000 cubanos con I-220ª en Estados Unidos, un tema relacionado con las medidas de deportaciones anunciadas por Donald Trump en caso de ganar las elecciones presidenciales el próximo 5 de noviembre.
“Si no hubiese un grupo criminal apoderado de lo que es hoy en día Venezuela, si no tuvieses un régimen castrista, que básicamente ha sacado de país a todos los jóvenes, porque no hay oportunidades ni esperanza para un futuro, y no hubiera la crisis que existe en Haití, el problema migratorio de este país se reduce un 60%”, dijo el político de Florida al canal Telemundo 51.
En declaraciones ofrecidas en Washington, Rubio señaló que la actual situación es un “caos” provocado por el castrismo. Asimismo, expuso que ningún país del mundo tiene las condiciones para recibir a millones de personas.
“El problema es que no hay donde deportarlos porque no se puede deportar a Cuba a 300.000 personas y si lo haces van a regresar”, agregó el también vicepresidente del comité de inteligencia en la cámara del senado.
La semana pasada Trump anunció que, de regresar a la Casa Blanca, eliminará el programa del parole humanitario establecido por la administración Biden en enero de 2023, así como la posibilidad de entrar al país a través de la aplicación CBP One.
Durante una entrevista telefónica con el periodista Bill Melugin, de Fox News, Trump fue claro en su mensaje a los inmigrantes que han llegado bajo estos dos programas: “Prepárense para irse”, dijo.
Trump también criticó duramente la política migratoria de Joe Biden: aseguró que “la frontera está llena de inmigrantes ilegales, personas que no deberían estar en nuestro país”. Además, insistió en que, si es elegido presidente, se tomarán medidas rápidas y firmes para expulsar a aquellos que ingresaron bajo este programa, especialmente si tienen antecedentes criminales: “Prepárense para irse, especialmente rápido si son criminales…”.
El documento I-220A supone un limbo legal para los cubanos en Estados Unidos. En la práctica, es una orden de libertad provisional que ofrece el Gobierno estadounidense a personas que estuvieron detenidas por las autoridades de inmigración y luego fueron liberadas, pero que no otorga derecho a sus portadores a solicitar la residencia en el país, ni acogerse a los beneficios de la Ley de Ajuste Cubano o el parole humanitario.