María Carolina de Borbón-Dos Sicilias sigue esperando a su príncipe azul: estos son sus requísitos
Por muy contemporáneos y modernos que nos creamos, hay ciertos códigos sociales que no conseguimos erradicar de nuestro imaginario colectivo. Esto mismo parece ocurrirle a
Maria Carolina de Borbón-Dos Sicilias, que
ceelebró su 21 cumpleaños
con una gran fiesta el pasado mes de julio. La princesa lleva una vida de ensueño entre las élites, con un pie entre Europa y Estados Unidos, pero hay un ingrediente que le gustaría añadir a su vida: un novio ideal.
No necesariamente tiene que ser de sangre azul, ha manifestado. Ya hace décadas que
los herederos del trono no se casan con miembros de la realeza. Cómo olvidar la boda de Haakon y
Mette-Marit
, la de Guillermo y Máxima de Holanda, la de Federico de Dinamarca y Mary Donaldson, y, cómo no,
el enlace del príncipe de Asturias y Letizia Ortiz
, nuestros reyes Felipe y Letizia.
Maria Carolina es descendiente nada menos que de Luis XIV,
estudia en Harvard y trabaja de tanto en tanto como modelo. Sin embargo, pese a estas cualidades y si nos atenemos a sus declaraciones, no parece que le llegue el candidato idóneo, aunque tampoco parece tener prisa.
La princesa mantiene un muy estrecho vínculo con
Maria Chiara, su hermana menor, con quien ha posado para la revista Hello!, en la que han hablado de sus relaciones familiares y de sus anhelos personales y profesionales. Maria Carolina desveló que se está formando en cuestiones de negocios y márketing, y también dio algunas pistas de cómo quiere encarar su vida sentimental.
«Siempre espero que llegue un príncipe azul para darme una serenata con una guitarra y una rosa. El puesto todavía está vacante y espero solicitudes»,
manifiesta con humor Maria Carolina, quien, por supuesto, sí tiene unos criterios mínimos para comenzar una vida en pareja sólida y duradera.
«Para mí lo más importante es encontrar un marido al que ame, alguien con los mismos valores que yo, que me complemente y con quien pueda construir un futuro feliz, sin que importen los títulos ni el estatus», manifiesta la princesa, destinada a
suceder a su padre Carlos de Borbón-Dos Sicilias al frente de la Casa Real. Son aspirantes a tronos que, por el momento no existen, como Emanuel Filiberto de Saboya, al de Italia, Luis Alfonso de Borbón, noticia en las últimas semanas por el
fracaso de su negocio de naipes
, al de Francia, o
Leka de Albania, separado
y con nueva pareja.
Maria Chiara y Christian de Dinamarca, una gran amistad
Maria Chiara, su hermana pequeña, que tiene 19 años, se muestra muy discreta a la hora de abordar su vida sentimental. Máxime si tenemos en cuenta que a la menor de las de Borbón-Dos Sicilias se la ha relacionado con el príncipe
Christian de Dinamarca, ahora en África
, al parecer para evitar que protagonice escándalos como los de
su padre, el rey Federico de Dinamarca. «El príncipe Christian y yo somos muy buenos amigos. Siempre lo pasamos muy bien juntos, pero somos solo amigos», ha subrayado.
La joven princesa manifiesta que «es un tema que prefiero mantener en privado» y también señala, apartándose de la retórica romántica de su hermana, que «una princesa no es una niña que vive en un castillo esperando a un príncipe azul». Ambas jóvenes están muy unidas a sus padres. Carlos de Borbón-Dos Sicilias
se casó con Camilla Crociani en 1998 en una ceremonia religiosa celebrada en la catedral de Mónaco, donde mantienen unos fuertes vínculos de amistad con el príncipe Alberto.
La familia reside en
un espectacular castillo en Saint-Tropez, con sus ocho perros, aunque tienen también casa en Montecarlo, París y Roma. Ambas hermanas estudiaron en el prestigioso Marangoni Fashion Institute de París y están completando su formación en Harvard. «Nuestros lazos siempre han estado basados en mucho amor, apoyo y respeto, las palabras celos, competitividad y rivalidad no existen», desvela Maria Chiara.