“Maricón” y “corrupto”: una treintena de estudiantes increpan al ministro Marlaska a la salida de un acto de la Universidad de Navarra | España
“Maricón”, “hijo de puta” y “corrupto” son algunos de los insultos que han proferido este jueves una treintena de estudiantes de la Universidad de Navarra contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, cuando este salía de la Facultad de Comunicación, donde había participado en las Jornadas “Contar el Terror”. La rectora de la universidad, María Iraburu, ha condenado los hechos y ha anunciado que iniciarán una investigación para identificar y sancionar a los autores. Tanto el Gobierno como el Ejecutivo navarro y representantes de la mayoría de los partidos políticos de la región han rechazado lo ocurrido.
Los hechos han sucedido al mediodía a las puertas de la Facultad de Comunicación de la UNAV, un centro privado vinculado al Opus Dei, donde el ministro había intervenido para inaugurar las jornadas. En un inicio, estaba previsto que Grande-Marlaska saliera por la puerta principal, pero la presencia de un nutrido grupo de estudiantes en ese lugar ha provocado que saliera y se marchara por una salida lateral. Algunos alumnos se han percatado del cambio de decisión y una treintena de ellos se han apresurado a seguir a los vehículos de seguridad. En cuanto han visto salir al ministro han comenzado a insultarlo ya pitarle. La situación apenas ha durado unos segundos, los que ha tardado Grande-Marlaska en subirse al coche oficial y abandonar el recinto. Una vez se ha marchado, se ha podido oír el cántico de “¡que te vote Txapote!” y el grupo se ha dispersado poco después.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha censurado los hechos desde Bruselas, tras la reunión de trabajo del Consejo Europeo: “Condenamos los insultos homófobos que ha recibido el ministro Marlaska. Nos remiten a otros tiempos, a una España oscura, a la que no queremos volver y que, por desgracia, una minoría aún añora. Los discursos de odio no son inocuos”. En un mensaje en X, la presidenta socialista María Chivite ha mostrado su apoyo a Grande-Marlaska y ha reprobado “los graves insultos, lamentables y homófobos” que ha recibido. “Estos hechos son intolerables. Navarra no es así. Esto no es Navarra”, ha escrito. Asimismo, la presidenta de UPN —principal partido de la Comunidad foral, en la oposición—, Cristina Ibarrola, ha condenado en esta misma red social lo sucedido y ha expresado que “el desacuerdo político debe expresarse con respeto y diálogo. Hay formas más constructivas de manifestar nuestras opiniones”. En el ámbito nacional y también a través de X, se ha manifestado la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que ha censurado “los intolerables insultos homófobos hacia el ministro Marlaska”. “No nos atreveremos ni un paso atrás en derechos. Todo mi apoyo, compañero”, ha escrito. Desde el PSOE han exigido una “una condena inmediata” tanto del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como del de Vox, Santiago Abascal.
La Universidad de Navarra ha condenado “rotundamente” los inadecuados y ha condenado el “comportamiento lamentable e injustificable de unos pocos estudiantes”. La rectora, María Iraburu, ha expresado que son “hechos condenables en cualquier ámbito, pero especialmente en una institución universitaria, donde siempre debe primar el respeto y el diálogo. En nombre de la Universidad de Navarra quiero públicamente pedir perdón al ministro”. La universidad ha anunciado que va a realizar una investigación para identificar a los alumnos y abrir los expedientes disciplinarios correspondientes”.
A principios de este año ya sucedió un hecho similar. Seis estudiantes de Derecho de la Universidad de Navarra insultaron a la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, en el libro de visitas del Parlamento Foral. Allí escribieron “zorra”. La Universidad de Navarra sancionó entonces a los seis estudiantes con diferentes, que, según han trasladado desde la entidad, incluyenron trabajos de servicio a la comunidad, la organización de una actividad académica para fomentar el respeto como valor fundamental en una democracia y formación psicológica. para controlar la impulsividad.