miércoles, noviembre 19, 2025
Cuba

MINJUS avala nueva dirección de la Gran Logia de Cuba y deja sin respaldo a Filema


LA HABANA.- El Ministerio de Justicia de Cuba (MINJUS) declaró “procedentes” las elecciones generales celebradas el 25 de octubre en la Gran Logia de Cuba (GLC), en las que José Manuel Valdés Menéndez-Cuesta resultó electo como nuevo Gran Maestro.

Con esta decisión, la institución estatal termina meses de tensiones y retira oficialmente su apoyo a Mayker Filema, quien desde mayo se mantenía en el cargo pese a haber sido destituido por la propia membresía masónica. Su permanencia solo era posible gracias al respaldo del MINJUS.

La Resolución 7, firmada por Miriam García Mariño, directora de Asociaciones del ministerio, responde a la documentación presentada por los nuevos funcionarios tras lo ocurrido en la Sesión de Alta Cámara Masónica del 25 de octubre. Ese día, aunque Filema retrasó el inicio de la sesión y la abandonó cuando se exigió celebrar las elecciones, los masones lograron organizarse y llevarlas a cabo.

Era la segunda vez que Filema se negaba a cumplir con lo establecido para la renovación de los altos cargos, en un intento claro de perpetuarse en el poder. También había suspendido varias sesiones de la Alta Cámara para ganar tiempo.

De acuerdo con el MINJUS, la unidad mostrada por los representantes en la Alta Cámara demostró que la postura de Filema “desconocía la voluntad de la mayoría” y buscaba “dilatar de forma irresponsable e indefinida” el funcionamiento institucional.

El ministerio instó a los elegidos a “lograr unidad, institucionalidad y un correcto desarrollo del proceso de transición” conforme a la legislación masónica.

Según la Ley 54 de Asociaciones, corresponde al MINJUS aprobar o no los acuerdos de la GLC y de su Alta Cámara.

La decisión implica que Filema deberá abandonar definitivamente la institución, pese a que continuaba visitando logias y aparentando normalidad. Así concluye un período de fuertes tensiones internas y fricciones con el Estado, expuestas públicamente en una conferencia de prensa realizada por la GLC. En paralelo, la Seguridad del Estado citó y amenazó a varios líderes de la revuelta.

Uno de los momentos más críticos ocurrió el 6 de julio, cuando alrededor de 200 masones se reunieron en la sede de la GLC para impedir que Filema siguiera ocupando el cargo.

“El mensaje del MINJUS significa nuestra libertad; vivíamos una dictadura, la de Filema. Es un hecho sin precedentes en nuestra institución”, dijo a CubaNet un masón bajo condición de anonimato.

Otra fuente masónica agregó: “La injerencia seguirá, por supuesto, pero ya no de manera tan descarada. Los masones demostramos que con unidad, firmeza y valor se puede alcanzar la libertad”.

Un tercer entrevistado, aludiendo también al caso de Mario Urquía —predecesor de Filema y respaldado igualmente por el MINJUS pese al rechazo interno—, consideró que lo sucedido en estos casi dos años “removió los cimientos de la Orden en Cuba” y obligó al régimen a “apagar el fuego” ante la fuerza mostrada por la membresía.



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