domingo, junio 1, 2025
Economía

Moncloa fía el cumplimiento de las reglas europeas a la reforma fiscal y al impulso del PIB


El Gobierno limitará el crecimiento del gasto primario neto promedio en el 3% en un horizonte a siete años. Moncloa aprueba el plan fiscal estructural que enviará a lo largo del día a Bruselas, en el que traza una hoja de ruta a medio plazo con la que promete reducir el déficit al 2,5% en 2025, al 2,1% un año más tarde, al 1,8% en 2027, y al 1,6% en 2028; y adormilar la ratio de deuda por debajo del 100% (en el 98,4%) en tres años. De esta manera, Economía descarta garantizar el complimiento de la directriz comunitaria a través de un ajuste fiscal, sino que se compromete a aprobar una reforma fiscal que genere ingresos adicionales. El documento se apoya además en la fortaleza del crecimiento potencial del PIB en los próximos años, del entorno al 1,9% hasta 2028. Economía fija así una regla de gasto descendente. Pasará del 3,7% el año que viene, al 3,5% el siguiente, y al 3,2% en 2027. A partir de entonces, el incremento de gasto caerá al 3%, tanto en 2028 y 2029; para volver a caer al 2,5% y 2,4% en 2030 y 2031. El ministro ha asegurado que podrán gastar una media de 6.000 millones de euros más cada año que entre los años 2014 y 2018.

Tanto el Banco de España, como la AIReF, recomendaron acometer el plan desde el ajuste fiscal. La autoridad fiscal dibujó dos escenarios. Un ajuste suave, que demandaría limitar el crecimiento del gasto por debajo del 3% de aquí a siete años, lo que se traduce en un ajuste anual del cuatro décimas del PIB, 6.000 millones cada año. Un ajuste más agresivo, hubiera reducido el periodo de ajuste a cuatro años, pero que demandaría un recorte equivalente al 0,63%, unos 9.000 millones de euros cada año.

Cabe recordar, que a pesar de que la senda se extiende hasta el 2031, el Gobierno recuerda que compromiso es hasta 2028, a partir de entonces volverá a trazar una nueva actualización de la senda actualizada con un nuevo horizonte de cuatro años.

Lo cierto, es que el documento que será enviado hoy a Bruselas –último día del plazo– compromete el margen de negociación del Gobierno sobre la senda de estabilidad. El Ejecutivo mantiene el objetivo de déficit en el 2,5% el año que viene, pero reconoce que el Estado estaría dispuesto a asumir un esfuerzo mayor al previsto para dar mayor capacidad de gasto a las CCAA, tal y como exige Junts. «Creemos que es posible el acuerdo para que sea favorable a lo que demandan las CCAA, ajustándonos al 2,5%», ha afirmado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La hoja de ruta compromete también la ronda de negociaciones abierta en torno al proyecto de Presupuestos. Moncloa cuenta ahora con un tope para incrementar el gasto, por lo que tendrá que seleccionar con ojo quirúrgico las demandas que los grupos pondrán sobre su mesa a cambio de su apoyo.

Además, en el documento enviado, el Gobierno se compromete ante la Comisión Europea a aprobar una reforma fiscal -que incluirá la permanencia de los impuestos a la banca y energéticas- en el marco del quinto desembolso de los fondos europeos que esperan solicitar antes de que termine el año 2024, pese a que Moncloa lleva meses dando por cumplido este hito. Bruselas arranca el compromiso al Ejecutivo, a condición de poder desplegar la estrategia de ajuste suave a siete años. El ministro Cuerpo, ha asegurado que el paquete de medidas tributarias se está negociando con las autoridades europeas.

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