miércoles, julio 16, 2025
Cuba

Muere Cándido Palmero, jefe del contingente Blas Roca y figura del aparato represivo cubano


Clave para el castrismo, fue leal colaborador de Fidel Castro y dirigió una brigada que el régimen utilizó como fuerza paramilitar.

MADRID, España.- Cándido Palmero Hernández, jefe fundador del Contingente Blas Roca, falleció en Cuba dejando tras de sí un historial marcado por su fidelidad incondicional al castrismo y su participación activa en estructuras represivas del régimen.

Su muerte ha sido lamentada por el gobernante Miguel Díaz-Canel y el vocero cultural del régimen, Abel Prieto, quienes destacaron su cercanía a Fidel Castro y su rol en la construcción de obras durante el llamado Período Especial.

“Nuestras condolencias para la familia y amigos de Cándido Palmero, jefe fundador del contingente Blas Roca, que hizo historia construyendo hoteles, autopistas, policlínicos, escuelas y viviendas y en la producción de alimentos, durante los años más duros del Período Especial”, escribió Díaz-Canel en la red social X, acompañando el mensaje con una fotografía del difunto junto al dictador Fidel Castro.

Por su parte, el exministro de Cultura Abel Prieto lo definió como “un gran revolucionario, un hombre honesto, generoso, humilde, un fidelista de cuerpo y alma”, en un mensaje publicado en Facebook.

Sin embargo, fuera del discurso oficial, Palmero es recordado por su papel en la creación y dirección del Contingente Blas Roca, una estructura que si bien se presentó como brigada de constructores, también cumplió funciones como fuerza de choque del régimen.

Fundada en octubre de 1987 bajo su liderazgo, la brigada aglutinó a miles de hombres organizados por el Estado para ejecutar obras de infraestructura —incluyendo hoteles y escuelas— en plena crisis económica. Pero su función no se limitó a la construcción. Durante las protestas del Maleconazo en 1994, testimonios y reportes han señalado que miembros de la Blas Roca fueron desplegados como grupos paramilitares para sofocar las manifestaciones. De igual modo, integrantes de la brigada participaron activamente en actos de repudio contra opositores pacíficos.

Hasta fechas recientes, Palmero seguía siendo una figura exaltada por los medios estatales. En diciembre pasado, en el contexto del Día del Constructor Cubano, el Gobierno de La Habana compartió una publicación de un evento donde él evocaba sus años junto a Fidel Castro: “Lo más importante para Fidel era la revolución; nadie podía dañar a la revolución”, afirmó. “Yo nunca le he fallado a Fidel ni con el pensamiento. Para mí Fidel es lo más grande que he tenido en la vida”.

Sus propias palabras ilustran la devoción personal y política que mantuvo hacia una estructura de poder que durante décadas ha reprimido las libertades fundamentales en Cuba.





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