«No tengan miedo de luchar por una Cuba libre»: José Daniel Ferrer
SLP, México.- El líder opositor cubano José Daniel Ferrer García fue excarcelado este jueves después de casi cuatro años tras las rejas, período durante el cual fue víctima de torturas físicas y psicológicas. En su primer mensaje en libertad, instó a los ciudadanos a no tener miedo de luchar “por una Cuba libre, próspera, justa”.
En declaraciones a Martí Noticias, Ferrer se refirió al proceso de excarcelación y reveló que lo expulsaron de la prisión porque no acepta la libertad condicional. Aunque las autoridades penitenciarias le advirtieron que si no cumple normas de la “sociedad socialista” lo procesarían nuevamente, el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) manifestó su voluntad de continuar luchando por la causa cubana.
“No tengan miedo a enfrentarse al opresor porque el opresor cada vez está más asustado, cada vez es más débil y en la medida en que lo miremos de frente y que lo enfrentemos con dignidad, con decoro, con valor, entonces más corta es su existencia, menos tiempo le queda en el poder, menos abusos pueden cometer, menos atropellos pueden seguir protagonizando (…) Una Cuba feliz, una Cuba próspera, una Cuba justa. Ese es mi mensaje”, exclamó.
En alusión al trámite para salir de la cárcel -descrita por el opositor como un “campo de concentración nazi”-, Ferrer contó que lo fueron a buscar a la celda y allí le comentaron que un equipo legal constituido por jueces y militares quería notificarle su libertad. “Les dije que yo no tenía que hablar nada con ellos, que me dieran un documento y si los términos eran aceptables, los firmaba, y si no eran aceptables, no los firmaba, y no había ningún tipo de problema”.
Tras insistencia de los represores, fue conducido ante un Teniente Coronel del MININT, dos jueces, y ocho o nueve militares más, más los guardias de la prisión que se quedaron en la puerta del pequeño lugar.
Inicialmente, le anunciaron que por “bondad” del Gobierno, le otorgarían el “beneficio” de la libertad condicional.
Al escuchar aquello, narró Ferrer, los interrumpió y añadió: “Lamento tener que interrumpirlo, pero yo no quiero hablar de libertad condicional porque a mí se me secuestró, se me fabricó un delito que nunca cometí, y me encarcelaron en un antro de terror, en una especie de campo de concentración moderno, por lo tanto yo no acepto ningún término de libertad condicional o ningún tipo de imposición de ningún tribunal al servicio de un régimen tiránico”.
Abocados a cumplir con el mandato, los carceleros argumentaron que procederían a darle la libertad condicional, y Ferrer sentenció: “Vamos a ahorrarnos el tiempo, si la cuestión es libertad condicional, déjenme preso, porque si me liberan, más pronto va a caer la tiranía, creo que no les conviene a ustedes, así que no hablen más del asunto, no me hablen más de libertad condicional, envíenme para mi celda, y no hablemos más de este asunto”.
Luego de leerle una serie de artículos de la Constitución, del Código Penal, y otras leyes, y con la amenaza de que si violaba los términos de la libertad condicional o no cumplía con las normas de la “sociedad socialista”, lo enviarían a los tribunales, fue sacado de la prisión.
Aunque pidió recoger sus pertenencias no le dieron tiempo de hacerlo. Sus libros, cuadernos de apuntes, alimentos y aseo que quería entregar a los presos, quedaron ahí: “Me van a robar ahora mis libretas, mis apuntes, mis versos, todo lo que tengo allí, porque ahora es eso, por supuesto, lo que van a hacer, si no, no se hubiesen quedado con todas mis cosas”.
La esposa de Ferrer, la doctora Nelva Ortega Tamayo, dijo a CubaNet que sentía “una felicidad tremenda” tras el excarcelamiento.
El líder cubano fue recluido en la prisión santiaguera de Mar Verde desde el 11 de julio de 2021 por intentar acceder al lugar donde se desarrollaban las masivas protestas de ese día en su provincia. Un mes más tarde, le fue revocada una condena de cuatro años de prisión que cumplía desde 2020 en reclusión domiciliaria.
La liberación de Ferrer, una de las figuras opositoras más conocidas en Cuba, incrementa la expectativa de que más reclusos políticos pudieran salir de prisión en los próximos días. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y activistas dentro y fuera del país señalan que el número de excarcelados aún es mínimo en comparación con la totalidad de personas privadas de su libertad por motivos políticos.
Tras anunciar la liberación de 553 reclusos, este miércoles el régimen cubano comenzó a liberar a varios presos políticos a lo largo de la Isla, una medida que responde, según el Gobierno, a un acuerdo con El Vaticano para celebrar el Jubileo Ordinario de 2025, pero que se produce después de negociaciones con Estados Unidos que incluyeron sacar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo y suspender el Título III de la Ley Helms-Burton.