nunca antes hubo tanto riesgo
MIAMI, Estados Unidos. – El asteroide 2024 YR4 se ha convertido en el objeto celeste con mayor probabilidad de impacto contra la Tierra desde que se tienen registros. Según datos recientes de la NASA, el riesgo de colisión ha aumentado al 3,1%, superando el 2,7% que alcanzó Apofis en 2004. La Agencia Espacial Europea (ESA) también ha ajustado sus cálculos al alza, situando la posibilidad en un 2,8%. El impacto podría ocurrir el 22 de diciembre de 2032.
El seguimiento del asteroide se intensificó a principios de febrero, cuando el riesgo inicial era del 1,2%. La incertidumbre sobre su trayectoria ha disminuido un 50%, y actualmente abarca un corredor de aproximadamente un millón de kilómetros de ancho, con la Tierra cerca del centro. “La posibilidad de impacto va a seguir subiendo en las próximas dos semanas”, advirtió a El País Juan Luis Cano, coordinador de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA.
Hasta la fecha, el análisis del 2024 YR4 se basa en cerca de 400 observaciones realizadas desde diciembre de 2024. Sin embargo, la falta de telescopios terrestres adecuados para seguir su trayectoria genera incertidumbre. La mayor esperanza recae en el Telescopio Espacial James Webb, que en marzo realizará nuevas mediciones para precisar el tamaño del asteroide, estimado actualmente entre 40 y 90 metros de diámetro. “Con este telescopio esperamos poder hacer dos medidas claves”, dijo a El País Javier Licandro, del Instituto de Astrofísica de Canarias. El Webb proporcionará en mayo la última ubicación del asteroide antes de que desaparezca de la vista de los astrónomos.
La ESA calcula un 90% de probabilidades de descartar un impacto antes de mayo. Si esto no ocurre, habría que esperar hasta 2028 para determinar con certeza si el 2024 YR4 colisionará en 2032. En la escala de Turín, que mide el riesgo de impacto de objetos cercanos a la Tierra, el asteroide tiene actualmente un nivel de amenaza de tres, aunque podría saltar directamente al nivel ocho si la trayectoria de impacto se confirma.
Aunque el 2024 YR4 no representa un peligro global, su impacto podría devastar una ciudad entera dependiendo de su composición y ángulo de entrada en la atmósfera. Su trayectoria actual indica que la zona de impacto potencial abarca desde Venezuela hasta la India, pasando por el Atlántico y África.
Ante este escenario, expertos sugieren la preparación de una misión de desvío similar a la de la sonda DART de la NASA, que en 2022 logró modificar la trayectoria del asteroide Dimorfos. “Si no se puede descartar el choque antes de mayo, habría que diseñar y tener lista una misión espacial para 2028”, indicó Licandro.
La amenaza del 2024 YR4 está siendo monitoreada por la Red Internacional de Alerta de Asteroides y el Grupo Asesor de Misiones Espaciales (SMPAG), ambos vinculados a Naciones Unidas. Si la probabilidad de impacto no disminuye, el SMPAG se reunirá en mayo para definir una estrategia de mitigación.