OEA denuncia vigilancia y represión del régimen cubano contra líderes religiosos
MIAMI, Estados Unidos. – En una sesión especial del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), funcionarios y expertos en derechos humanos denunciaron la vigilancia y represión ejercida por el régimen cubano sobre los lugares de culto y los actores religiosos que intentan ejercer su libertad de expresión.
Durante la reunión, se presentó el estudio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el derecho a la libertad de conciencia, religión y creencias en las Américas, y se destacaron las serias restricciones que enfrentan los grupos religiosos en Cuba.
El embajador especial en la Oficina de Libertad Religiosa Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos, Rashad Hussain, señaló que en Cuba, aunque el Gobierno permite ciertas actividades religiosas relacionadas con la asistencia humanitaria, regula estrictamente todos los aspectos de la vida religiosa.
“El Gobierno vigila los lugares de culto y amenaza a los actores religiosos que ejercen su libertad de expresión, religión y creencias”, afirmó Hussain, de acuerdo con el reporte de Martí Noticias. Además, señaló que muchos líderes religiosos en la isla practican la autocensura para evitar represalias y agregó: “Según se ha informado, el Gobierno tortura y maltrata físicamente a los presos que son actores políticos religiosos”.
Durante la sesión, también intervino el líder religioso y activista de derechos humanos Ofunshi Oba Koso, autor del informe “Obstáculos enfrentados por líderes y miembros de religiones afrocubanas en Cuba”. Oba Koso destacó que “a pesar de que estas prácticas se aceptan en sentido general como parte de la cultura cubana, e incluso se comercializan para el turismo, los afrodescendientes y los miembros de la población LGBTIQ+ de estas religiones sufren discriminación y estigmatización y reciben un trato desigual en muchas circunstancias”.
Oba Koso añadió que ha registrado un “creciente número de casos de estigmatización, discriminación, violencia y otras formas de trato injusto” contra miembros de religiones de ascendencia africana en Cuba.
Por su parte, el abogado internacional de derechos humanos Knox Thames, quien ha ocupado varios cargos en defensa de la libertad religiosa, expresó que la situación de los derechos humanos en Cuba es un ejemplo de cómo las limitaciones a las libertades fundamentales afectan también la libertad de culto.
“La libertad de culto se ve bloqueada cuando el Gobierno cubano se niega a reconocer a las comunidades religiosas, y la imposibilidad de registrarlas significa que el culto es técnicamente ilegal”, indicó Thames. Además, resaltó que los pastores están sujetos a sanciones penales y que la libertad de expresión está restringida en cuanto al contenido de los sermones. “La libertad de expresión también está limitada en cuanto a lo que los pastores pueden predicar o penalizada cuando no está aprobada o se considera que desafía las narrativas del gobierno”, explicó Thames.
Asimismo, destacó que los pastores y clérigos que defienden los derechos de sus comunidades “a menudo son encarcelados o forzados al exilio, similar al tratamiento que se da a los defensores de los derechos humanos”.
Por último, los participantes en la reunión hicieron un llamado a la comunidad internacional para seguir visibilizando estas violaciones y apoyar a quienes luchan por ejercer su derecho a la libertad religiosa en la Isla.