Por qu no se paarce Alexandra de Hannover a Carlota Casiragji si son hermanastras
Tiene 25 años, pero
Alejandra de Hannover
no es un objetivo tan perseguido por la prensa rosa, como lo son sus hermanos, por parte materna,
los Casiraghi
, y por parte paterna,
los Hannover. Sin embargo, lo tiene todo: es guapa, inteligente y está enamorada.
¿Por qué, entonces, su vida parece más discreta? Es habitual
verla en los front row de la alta costura de París, con su madre, y en las celebraciones oficiales del Principado de Mónaco o en las competiciones de Fórmula I, con el resto de su familia. Entonces, ¿qué es lo que hace diferente a Alejandra? Quizá la respuesta esté en su carácter, de por sí muy discreto y tímido.
O quizá en que nació en una época en la que su madre,
Carolina de Mónaco
, vivió alejada de Mónaco y sus fastos. Y la educó con una gran conciencia de quién era y con la idea de que fuera más libre de la atención de la prensa de lo que fueron ella y sus hijos mayores.
Cómo fue la discreta infancia de Alexandra de Hannover
Alejandra nació seis meses después del matrimonio de sus padres, la princesa Carolina de Mónaco y
el príncipe Ernesto-Augusto de Hannover
, el 20 de julio de 1999, en una tranquila localidad de Austria, Vöcklabruck. Era la cuarta hija de Carolina, que ya tenía a
Andrea, Carlota y Pierre
, de su matrimonio con el empresario italiano
Stefano Casiraghi
, y la tercera de su padre, Ernesto-Augusto de Hannover, padre de Ernesto- Augusto de Hannover y de Christian de Hannover, nacidos de su matrimonio con la heredera suiza Chantal Hochuli.
Quizá por esta razón,
su infancia fue más tranquila, puesto que sus hermanos Casiraghi, entonces en la adolescencia, acaparaban todos los flashes. Se convirtió, según dicen todos los cronistas reales, en el ojo derecho de su madre. La niña aparecía, de vez en cuando, en el balcón del palacio Grimaldi o en brazos de sus padres en el puerto de Montecarlo, pero poco más.
Quizá haya otro hecho que pesa en la discreción de Alejandra: la sangre que corre por sus venas, más azul de lo que nunca será la de sus hermanos Casiraghi. Alexandra es princesa de Hannover, duquesa de Brunswick y Lüneburg y princesa de Gran Bretaña e Irlanda. Con
miembro de la Casa de Hannover, es Alteza Real, aunque no está incluida en la línea de sucesión, por la preeminencia de la Ley Sálica, que excluye a las mujeres del trono.
lexandra de Hannover junto a su novio Ben- Sylvester Strautmann en un partido. /
La casa de Hannover es una rama menor de la casa de Brunswick, que fue absorbida por la primera, en 1884. La Casa de Hannover fue la dinastía alemana reinante en Gran Bretaña desde 1714 hasta la fundación del Reino Unido en 1801, y desde entonces hasta 1901, cuando murió
la reina Victoria
y ascendió al trono su hijo, Eduardo VII.
Todos fueron reyes Sajonia-Coburgo y Gotha, hasta que la familia real británica adoptó el nombre de Windsor. El reino finalmente desapareció durante la revolución alemana de 1918. Alexandra, sin embargo, fue parte de la
línea de sucesión al trono británico, hasta que se convirtió al Catolicismo, en 2018, renunciando a la fé luterana en la que había sido bautizada.
Por qué tiene sangre real Alexandra de Hannover
Entre sus antepasados también figura
el rey Christian IX de Dinamarca. Su padre, Ernesto -Augusto de Hannover, perdió también, en 2011, su posición en la línea de sucesión británica, al casarse con una católica, la princesa Carolina de Mónaco. En cuanto al trono de del príncipado de Mónaco,
Alexandra ocupa el decimotercer lugar.
Asistió primero a la escuela pública de Lapierre du Mée -sur – Seine, y luego al Instituto Católico Francisco de Asís de Mónaco. Dada su discreción pocos recuerdan que luego
se instaló en Nueva York para estudiar Ciencias Políticas y Filosofía en la Universidad de Columbia. Habla con fluidez francés, alemán, inglés e italiano.
Alexandra de Hannover con su hermanastro, Pierre Casiraghi, y su mujer Beatrice Borromeo. /
Está muy
unida a su hermana Carlota, que es su una de sus madrinas, de bautismo, a sus cuñadas y a sus sobrinas. Su vida social se inició, junto. A su madre, en un
desfile de Alta Costura de Chanel
y, desde entonces, no ha faltado nunca a la cita con la moda, una de sus pasiones. Con 16 años, acudió, por primera vez, al
Baile de la Rosa
, vestida de Chanel, por supuesto. Con naturalidad, hizo saber a la prensa allí congregada que prefería que la llamaran Alex.
Una de sus pasiones es
el patinaje sobre hielo. De hecho, la princesa quedó en segundo lugar en el X Campeonato de de Mónaco, en 2011. En 2015, la joven representó a Mónaco en el Festival Europeo Olímpico Juvenil en Austria, en 2015. Su relación con
el alemán Ben- Sylvester Strautmann
continúa, desde 2018. Exjugador de baloncesto, estudió en el Kings College de Londres. Tiene un año menos que ella. El sueño de Alexandra es, según confesó a la revista Telva, hace unos años,
dedicarse a la moda.