jueves, noviembre 21, 2024
Ciencia y Salud

Por qué la gente desconfía de la IA y qué falta para que la encuentre útil


Me atrevería a decir que la inteligencia artificial (IA) está marcando un nuevo camino en la historia de la humanidad. Hoy, la IA está en todas partes, de los smartphones hasta las lavadoras. Esta tecnología ha demostrado su gran capacidad para transformar y simplificar nuestra vida diaria –a veces sin que nos demos cuenta–. Sin embargo, a pesar de las mejoras que nos ha traído, aún existen muchísimas personas que desconfían de ella. Mientras más se demuestra su potencial y conforme avanzan sus capacidades, más evidente se vuelve una realidad: estamos en una batalla por tenerle confianza

A pesar de que el sector tecnológico sigue siendo uno de los más confiables, cuando se trata de la adopción de la IA, las personas no están seguras de si realmente entienden cómo funciona o si sus datos personales están siendo gestionados de buena manera. Según el reporte Edelman Trust Barometer 2024 –una investigación anual que analiza la confianza pública en instituciones clave–, de los 28 países encuestados, solo 12 muestran un nivel alto de confianza en la IA: China (86%), India (78%) y Arabia Saudita (77%) a la cabeza. En contraste, otros países como Japón (31%), Corea del Sur (33%) y el Reino Unido (35%), muestran los mayores niveles de desconfianza​. La pregunta aquí es: ¿por qué hay un escepticismo general hacia la inteligencia artificial?


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Anna Peña, directora de Comunicación para Américas en Intel, reflexiona sobre los retos de la regulación de la inteligencia artificial.


La privacidad y la regulación, pilares fundamentales

La IA no es algo nuevo. En serio, no lo es. De hecho, surgió en los años 50 como un campo de estudio. Mucho antes de poder usar ChatGPT en nuestros smartphones o pedirle a Alexa que de lunes a viernes funcione como despertador exactamente a las 6:00 a.m., la inteligencia artificial llevaba décadas siendo un tema de interés. La sensación popular de que nos hallamos ante algo totalmente desconocido desconoce estos hechos.

Uno de los principales temas de conversación que surgen al hablar de la IA –y de casi cualquier dispositivo con conexión a internet–, es la preocupación sobre cómo van a tratar nuestra información privada. Gracias a la IA, hoy existe la capacidad de analizar grandes cantidades de datos de manera mucho más fácil y eficiente, porque ayuda a construir modelos con base en la información recolectada. Volviendo al reporte Edelman, el 41% de los más de 32,000 encuestados en 28 países considera que la IA podría comprometer su privacidad, una preocupación que supera incluso al miedo a perder su empleo​. El temor a que alguien pueda manipular nuestra información no es simple paranoia, es una inquietud legítima. Hemos visto casos de deepfakes, fraudes digitales y demás historias que nos hacen tener la sensación de que nuestra privacidad está en peligro constante. Y aquí es donde la transparencia se vuelve clave. Es necesario que las grandes tecnológicas no expliquen de manera clara y simple cómo es que nuestra información es tratada y, sobre todo, enfocarnos en cómo podemos lograr una IA más honesta, transparente y responsable.

Las personas confían muy poco en los medios de comunicación cuando se trata de la introducción de innovaciones que sean seguras, accesibles, beneficiosas y fáciles de entender para el público. De hecho, el reporte Edelman muestra claramente que, cuando se trata de innovación y nuevas tecnologías, la mayoría de las personas confía en los científicos y expertos, pero no tanto en los periodistas y mucho menos en los líderes políticos.


Inteligencia artificial: interacción humano-máquina

Solo falta que la IA conozca mi humor para entonces mostrarme o no mis correos, o sugiera una pausa para escuchar un speech motivador cuando detecte un día estresante. Eso suena como una película de ciencia ficción, ¿no? Pero, ¿qué pensarías si te dijera que ya existe?


Existe una fuerte relación entre la confianza en la regulación y la aceptación de la IA. En países como México, la confianza en cómo se regula la IA es fundamental para impulsar la aceptación pública de esta tecnología​​. A nivel global, solo el 38% de las personas confían en que la IA está siendo efectivamente regulada. Esta inquietud es aún más profunda en países desarrollados.

Si bien hay confianza en los sectores energético, tecnológico, médico y alimentario, las innovaciones como la energía sostenible, la inteligencia artificial, las vacunas y los alimentos modificados genéticamente generan dudas entre las personas. Sí existe entusiasmo por la inteligencia artificial, pero actualmente hay más gente que desconfía de ella y la rechaza. Una de las principales razones, además de la privacidad, es porque creen que el gobierno no ha hecho lo necesario para regularla de manera correcta por falta de conocimiento. Los países que más desconfían de la capacidad del gobierno para regular tecnologías emergentes en 2024 son: Tailandia, Reino Unido, India, Italia, Australia, China, Canadá, Irlanda, Malasia y México.



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