Preso político cubano es aislado por 27 días ante sospecha de tuberculosis
El preso político Jorge Luis Rodríguez Valdés, conocido como «Tangallo,» fue sometido a 27 días de aislamiento en una celda de castigo en la prisión Kilo 8 de Pinar del Río, bajo la «sospecha de tuberculosis».
La organización Cubalex informó que Rodríguez Valdés fue el único recluso en recibir esta medida, mientras que otros tres prisioneros bajo la misma sospecha fueron trasladados a la enfermería para recibir atención médica.
“La negativa a brindarle atención médica oportuna, mientras otros reclusos recibían cuidados en la enfermería, constituye una doble violación: por un lado, debido al aislamiento injustificado, y por otro, por la falta de atención médica adecuada”, dijo la ONG en X.
🚨#AlertaCubalex
1/ El preso político Jorge Luis Rodríguez Valdés, conocido como «Tangallo,» fue sometido a 27 días de aislamiento en una celda de castigo en la prisión Kilo 8 de #PinardelRío, bajo «sospecha de tuberculosis». pic.twitter.com/EGgEGxxlMI— Cubalex (@CubalexDDHH) August 22, 2024
El reo previamente fue sometido a 17 días de aislamiento, lo que sugiere un patrón recurrente de uso del aislamiento prolongado como forma de castigo.
De acuerdo con Cubalex, el confinamiento en celdas de castigo en Cuba puede durar hasta tres meses, lo que supera ampliamente el límite de 15 días establecido por las Reglas Mandela, que consideran el aislamiento prolongado una violación de los derechos humanos.
El artículo 127 de la Ley de Ejecución Penal cubana establece el aislamiento en celdas de castigo como una medida disciplinaria, con condiciones más restrictivas para los presos políticos que las que se le imponen al resto de la población penal.
Respecto a la posibilidad de que Jorge Luis Rodríguez haya contraido tuberculosos, las deplorables condiciones de las prisiones generan brotes continuos de enfermedades. En julio pasado, los presos de la prisión de Ariza, en Cienfuegos, padecieron dengue, fiebre del Oropouche, escabiosis y tuberculosis.
En la cárcel no existían recursos médicos para tratar a los enfermos y solo fueron hospitalizados los que presentaron síntomas de gravedad.
Tampoco había insumos para fumigar ni se realizan acciones de ningún tipo para mantener la higiene en la prisión.