Prisionera política embarazada denuncia malas condiciones en cárcel de Camagüey
La prisionera política Yanet Pérez Quevedo denunció las deplorables condiciones de vida que sufren las internas, particularmente las embarazadas, en la cárcel de Kilo 5, de Camagüey.
En un audio enviado al Observatorio Cubano de Derechos Humanos, la cubana describió las dificultades que ella y otras mujeres enfrentan en el área materna de la prisión.
La prisionera política Yanet Pérez Quevedo, desde la cárcel, denuncia las pésimas condiciones de vida de las internas embarazadas y, en su caso, también las amenazas de la Seguridad del Estado por denunciar.#SOSCuba #LibertadParaLosPresosPoliticosCuba #CubaDeLuto #Cuba pic.twitter.com/S07T8bmSgk
— Observatorio Cubano de Derechos Humanos (@observacuba) August 19, 2024
Entre los problemas señalados están el mal estado de los ventiladores, así como del refrigerador y el televisor; una lavadora y un fogón de gas rotos y la existencia de un basurero cerca de la zona materna, lo que atrae insectos y alimañas que ponen en riesgo la salud de las internas.
Además, denunció que una interna más joven, de 23 años, se encuentra alojada en un cuarto sin agua ni electricidad.
Pérez Quevedo también manifestó preocupación por la calidad de los alimentos, que son pocos y mal preparados.
A su vez, aseguró que ha sido trasladada al hospital en dos ocasiones, sin que se le hayan realizado los exámenes médicos que requiere debido a su embarazo.
Finalmente, la prisionera denunció haber recibido amenazas por parte de la Seguridad del Estado: le advirtieron que, si continuaba haciendo denuncias, le retirarían el acceso a las llamadas.
La cubana ha sido amenazada en el pasado por oficiales de la Seguridad del Estado.
La presa política atentó contra su vida en febrero anterior y necesitó una sutura de varios puntos para curar las heridas que se infligió.
Yanet Pérez Quevedo es miembro del Partido Pro Derechos Humanos de Cuba, afiliado a la Fundación Andrei Sajarov. En 2015 este partido firmó el Acuerdo por la Democracia.
La activista fue sentenciada a 12 años de cárcel y se encuentra recluida en Camagüey, lejos de su vivienda y de su familia, que reside en San José de las Lajas, en la provincia de Mayabeque.