miércoles, febrero 5, 2025
Ciencia y Salud

¿Qué es el escorbuto? Australia reporta un caso de esta enfermedad «olvidada»


Un espectro del pasado reaparece en la escena médica: el escorbuto. Un equipo del hospital Sir Charles Gairdner, en Australia, trató a un hombre de mediana edad que se quejaba de dolor en las piernas, presentaba anemia, petequias y erupciones cutáneas de origen dudoso. Una vez descartadas otras causas, el diagnóstico quedó claro tras una minuciosa anamnesis y la comprobación de los niveles de vitamina C, que estaban prácticamente ausentes. El caso y su tratamiento se describieron recientemente en el British Medical Journal Case Report.


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¿Qué es el escorbuto, la ‘enfermedad de los marineros’?

Es una enfermedad causada por una carencia grave de vitamina C o ácido ascórbico, un micronutriente esencial para la producción de colágeno, que sirve para la estructura de la piel, los vasos sanguíneos, los huesos y el tejido conjuntivo. Cuando la carencia de esta sustancia es notable, el organismo es incapaz de reparar los tejidos: aparecen derrames y hematomas dolorosos, las heridas cicatrizan muy lentamente, pueden producirse hemorragias en las encías y los dientes se debilitan, los músculos y las articulaciones se resienten, la persona se siente fatigada y débil, y también muy susceptible a las infecciones. Llevado al extremo, el escorbuto puede causar hemorragias mortales.

Hoy en día, el escorbuto se considera una enfermedad rara, sobre todo en los países de altos ingresos. Sin embargo, hubo un tiempo en que fue muy conocida y apodada la «enfermedad de los marineros», porque históricamente esta era la población más afectada. Las exploraciones navales que caracterizaron el período comprendido entre los siglos XV y XVIII llevaron a las tripulaciones a travesías muy largas y a seguir una dieta pobre, carente de alimentos frescos. Hasta la primera mitad del siglo XVIII, el escorbuto era verdaderamente un flagelo de las expediciones marítimas. El médico naval James Lind fue uno de los primeros en realizar estudios para comprender la causa de la enfermedad y encontrar una solución, pero no fue sino hasta 1795 cuando la marina británica adoptó oficialmente la práctica de suministrar zumo de cítricos a los barcos para que los marineros pudieran consumirlo. El tratamiento consiste en restablecer niveles suficientes de vitamina C y otros micronutrientes mediante la administración de suplementos.


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¿Volvemos al pasado?

Como dictaminan los clínicos australianos, hoy en día no se puede hablar de un retorno del escorbuto. Además del caso más reciente, a lo largo de los años se han descrito otros pacientes con síntomas similares y que luego resultaron afectados, no obstante, los informes son raros. La incidencia es incierta y un análisis retrospectivo sugiere que la deficiencia de vitamina C podría ser una condición más común de lo que se creía anteriormente. Aunque son escasos, los médicos alertan que los informes son importantes, porque llaman la atención sobre una enfermedad que prácticamente había desaparecido.

Muestra de sangre para anlisis de vitamina C .

Muestra de sangre para análisis de vitamina C (ácido ascórbico).

Fotografía: Md Saiful Islam Khan; Getty Images

En la actualidad existen todo tipo de factores sociales y económicos que pueden aumentar la incidencia del escorbuto. Una mala alimentación, debida a una falta de cultura sanitaria o más a menudo por razones económicas, puede dar lugar a un bajo aporte de vitamina C. Hay regiones del mundo denominadas «desiertos alimentarios», donde encontrar fruta y verdura fresca es difícil o inasequible. En países desarrollados, donde el costo de vida es alto, también puede resultar complicado conseguir alimentos nutritivos.

Otras causas pueden ser la toma de medicamentos, como antiácidos, inhibidores de la bomba de protones, que tienen el efecto secundario de reducir la absorción de ciertos nutrientes; o la cirugía bariátrica para perder peso. Sin olvidar el papel de los trastornos alimentarios y otras enfermedades mentales y concomitantes que provocan una mala absorción.

Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.



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