Qué es la insuficiencia renal y cuál es su relación con la sepsis
A veces los riñones ya no pueden hacer bien su trabajo. A grandes rasgos, en esto consiste la afección conocida como insuficiencia renal, la cual padece el Papa Francisco, ingresado hace unos días en el Hospital Policlínico Gemelli de Roma por una neumonía bilateral, y detrás de la cual podría haber una sepsis: la inflamación grave de todo el organismo debida a una infección.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 10% de la población mundial padece un grado de enfermedad renal que, además de afectar su rutina diaria, predispone al paciente a otros padecimientos como anemia, problemas cardiovasculares, diabetes, hipertensión, etc. ¿En qué consiste este padecimiento? ¿Cuáles son sus causas y cuál es su relación con la sepsis? Te contamos.
¿Qué causa la insuficiencia renal?
Los riñones son los órganos encargados de filtrar la sangre, eliminar las sustancias de desecho metabólicas y el exceso de líquido a través de la orina. También participan en los procesos de regulación de la tensión arterial, la formación de la sangre y el metabolismo óseo. «Sin embargo, cuando los riñones no funcionan como deberían, las sustancias tienden a acumularse en la sangre, provocando un estado de intoxicación y desequilibrio que puede dar lugar a otros problemas de salud importantes», explica a WIRED Italia el Instituto Superior de Sanidad (ISS).
Existen dos formas diferentes de insuficiencia renal: crónica y aguda. La primera progresa lentamente, provoca daños permanentes y es causada principalmente por diabetes, hipertensión, poliquistosis renal y diversas inflamaciones que afectan a los riñones. Por su parte, la insuficiencia renal aguda se manifiesta como una pérdida rápida de la función renal; las causas más comunes son hemorragia, accidente cerebrovascular, sepsis, reacciones alérgicas graves, consumo de fármacos específicos, síndrome urémico hemolítico, cálculos renales, mieloma múltiple y ciertas neoplasias como el cáncer de vejiga, próstata, colon y cuello de útero.
«En el caso del Papa, la insuficiencia renal podría señalar la presencia de sepsis en una fase temprana. Es la respuesta del organismo a una infección en curso, en este caso de los dos pulmones. Para defenderse, el sistema inmunitario produce sustancias cuya propagación provoca el mal funcionamiento de órganos y aparatos», declaró al periódico Corriere della Sera Abele Donati, director de la clínica de anestesia y reanimación de la Universidad Politécnica de las Marcas y profesor del Politécnico de Ancona, Italia.
¿Cuáles son los síntomas?
Aunque en las primeras fases de la enfermedad crónica el organismo es capaz de compensar la disminución de la función de los riñones y, por tanto, puede no haber signos evidentes, en una fase avanzada pueden aparecer molestias: cansancio, pérdida de peso, edemas, dificultad respiratoria, trastornos del sueño y sangre en la orina. Por su parte, la evolución de la forma aguda es muy rápida y se caracteriza por síntomas como náuseas, vómitos, hipertensión, deshidratación, somnolencia, dolor torácico y abdominal, distensión abdominal y disnea.
¿Cómo se corrige la insuficiencia renal?
Las complicaciones varían dependiendo de la forma en que se desarrolla la enfermedad. En el caso de la insuficiencia renal crónica, hay edemas, hinchazón de parte del organismo, anemia, fracturas óseas y daños importantes que pueden requerir diálisis y trasplantes. «Hasta la fecha, no existe cura para la insuficiencia renal crónica. Sin embargo, un tratamiento adecuado puede ralentizar o incluso evitar su empeoramiento, limitando las molestias para la persona afectada», explican los expertos.
Los principales tratamientos consisten en adoptar un estilo de vida saludable, tomar medicación, la hemodiálisis y, por último, el trasplante renal. Para su forma aguda, las complicaciones pueden incluir edema pulmonar, pericarditis, irritación del tejido delgado en forma de saco circundante al corazón e hiperpotasemia, o exceso de potasio en la sangre. «Por regla general, y debido a su rápida evolución, la insuficiencia renal aguda requiere hospitalización. Durante el tratamiento, se controla el nivel de creatinina en la sangre para valorar la mejoría o empeoramiento de la función renal», aclaran los expertos del ISS. La mayoría de los casos de insuficiencia renal aguda se curan completamente, aunque en algunos se producen daños permanentes que causan insuficiencia renal crónica.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.