¿Qué hace un altar de Teotihuacan oculto en Tikal, Guatemala? Arqueólogos confirman la interconexión entre ambas culturas
Arqueólogos descubrieron un altar perteneciente a la cultura de Teotihuacan en un yacimiento maya en Tikal, sitio arqueológico ubicado en lo que que actualmente es Guatemala, en el departamento de Petén. El hallazgo suma evidencia que confirma que ambas culturas interactuaron entre sí y se influyeron mutuamente.
De acuerdo con los investigadores del Proyecto Arqueológico del Sur de Tikal (PAST), el altar podría estar dedicado a la Diosa de la Tormenta, una deidad de la cultura teotihuacana asociada con la fertilidad y las lluvias, o a la controversial figura de la Gran Diosa, una clase de “máximo dios”. El altar cuenta con un gran tocado de plumas pintado. La iconografía está asociada a las representaciones de ambas figuras mitológicas.
Por ahora, la estructura teotihuacana encontrada en Guatemala es identificada por el nombre Grupo 6D-XV. Cuenta con la reconocible arquitectura “talud-tablero” que también se encuentra en la zona arqueológica de Teotihuacan, en el Estado de México. Las excavaciones en Tikal primero encontraron una residencia organizada al estilo teotihuacano y, dentro de ella, estaba el tótem religioso, con dimensiones de 1.10 metros por 1.80 metros.
Las investigaciones publicadas en la revista arqueológica Antiquity revelan que la construcción presentó dos etapas: la etapa de “Venado”, entre los años 300 y 400 d.C., caracterizada por estructuras residenciales, y la etapa de “Cabrito”, entre los años 400 y 450 d.C., donde la residencia se expandió con elementos rituales.