¿Qué son esos diminutos puntos rojos en el universo primitivo? Parecen estrellas de agujero negro, una nueva clase de objeto cósmico
Uno de los primeros hallazgos del telescopio espacial James Webb, al desplegar su potente sensor hacia el universo primitivo, fueron unos diminutos puntos rojizos. Había decenas de ellos y su luz provenía de una etapa temprana del cosmos, entre los 600 y 1,500 millones de años después del Big Bang. No lucen como otras estrellas o galaxias convencionales. Tres años después del primer vistazo, los astrónomos creen tener una imagen más clara de ellos: podrían ser estrellas de agujero negro.
Estos puntos rojos parecen ser esferas o capullos de gas del tamaño de un sistema solar, con un brillo extraordinario, y posiblemente albergan en su interior un agujero negro activo. En ellos no hay procesos de fusión nuclear, como en las estrellas tradicionales, pero la radiación generada por la estructura gravitacional en su centro es lo suficientemente grande como para calentar el gas circundante, haciendo que irradie luz como si fuera una.
Un agujero negro que ilumina un cascarón de gas
La revista Science resalta al menos dos artículos recientes (en espera de publicación) que analizan de manera independiente uno de esos enigmáticos objetos. Los equipos dirigidos por Anna de Graaff, del Instituto Max Planck de Astronomía, y Rohan Naidu, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), coinciden en que los modelos actuales no logran explicar satisfactoriamente estos puntos rojos. “Muy pronto comenzaron a surgir un montón de peculiaridades que demostraron que estas no se parecen realmente a ninguna clase de objeto que realmente conociéramos”, afirmó Naidu para la revista.
Ambos grupos han propuesto la hipótesis de la estrella de agujero negro: estructuras que calientan la materia a su alrededor y la hacen brillar, sin que esto implique absorberla por completo. Su presencia en el universo temprano podría ayudar a resolver el misterio del surgimiento “prematuro” de agujeros negros supermasivos, así como el de galaxias que parecen haber crecido demasiado rápido.
La aparente abundancia de estos puntos rojos en la misma fase de la cronología cósmica también sugiere que fueron una forma común de evolución de la materia durante los primeros mil millones de años del universo (que actualmente tiene unos 13,800 millones de años).
“Puedo imaginar totalmente que la Vía Láctea era un pequeño punto rojo que comenzó su agujero negro y luego se remolcó durante el resto del tiempo cósmico”, afirma Jenny Green, astrofísica de la Universidad de Princeton y que participó en una de las investigaciones.
Existen otras posibles explicaciones para estos rubíes primigenios: podrían ser grupos densos de estrellas masivas concentradas en una región minúscula del universo primitivo. Sin embargo, la comunidad astronómica se inclina mayoritariamente por la hipótesis de las estrellas de agujero negro.
Las campañas recientes de mapeo de estos puntos rojos permitirán obtener más datos sobre su entorno. El flujo de radiación y el comportamiento de las galaxias tenues que los rodean podrían confirmar, finalmente, si un agujero negro activo está alimentando estas misteriosas esferas de gas.