¿Qué son los extraños puntos blancos en este paisaje marciano del rover Curiosity?
La búsqueda de rastros de vida pasada en Marte recae en dos rovers de la NASA. El Perseverance es el más moderno y el que proporciona las mejores fotos. El Curiosity lleva ya una década recorriendo el planeta rojo. Su misión inicial se completó con éxito, pero su construcción fue tan buena que se sigue usando para indagar en terrenos prometedores.
El Curiosity lleva un año explorando el canal Gediz Vallis, un sitio que por mucho tiempo fue un misterio para los científicos. Desde los satélites, los astrónomos alcanzaban a ver un «parche de tierra» más claro en comparación al terreno regular. Cuando llegó el rover de reconocimiento, descubrieron que eran rocas blancas con depósitos de azufre puro. Era la primera vez que un instrumento detectaba una acumulación de ese elemento en Marte.
Para la NASA, es tiempo de que el Curiosity parta en busca de nuevas aventuras. Ya no hay nada más que investigar en el terreno. Pero antes de irse del canal de Gediz Vallis, el rover ha tomado una última foto en formato 360° para inmortalizar el momento. La agencia espacial acaba de publicar el resultado de esa sesión fotográfica y, como detalle al público, resalta la zona donde están las enigmáticas rocas sulfurosas.
La historia del Curiosity y el azufre de Marte
Según los investigadores, el descubrimiento del azufre llegó casi por accidente. Cuando el Curiosity acudió al lugar a una velocidad de cuatro centímetros por segundo, sin querer rompió uno de los elementos blancos en el suelo. De sus fragmentos brotaron cristales amarillos. Los instrumentos del rover, originalmente destinados a comprender el entorno de Marte, confirmaron la presencia de azufre puro.
Los científicos que investigan las observaciones del Curiosity aceptan que no tienen idea del origen del azufre en esa parte del planeta. En la Tierra, este material se asocia con actividad volcánica y con aguas termales. Sin embargo, en la región donde fueron encontrados los cristales amarillos no hay evidencia de fenómenos similares.
«Observamos el campo de azufre desde todos los ángulos, desde la parte superior y desde los lados, y buscamos cualquier cosa mezclada con el azufre que pudiera darnos pistas sobre cómo se formó. Hemos reunido una tonelada de datos y ahora tenemos un rompecabezas divertido para resolver», explicó Ashwin Vasavada, científico del proyecto Curiosity.
El nuevo destino del veterano rover es una región conocida como ‘boxwork’, que desde los satélites parece ser una telaraña gigante. La NASA estima que la formación se creó a partir de los últimos pulsos de agua líquida de Marte sobre el terreno. “Los pulsos se asentaron en fracturas en la roca superficial y luego se endurecieron. A medida que partes de la roca se erosionaban, lo que quedaba eran los minerales que se habían cementado en las fracturas, dejando la caja en forma de telaraña”, dijo la agencia en un comunicado.
El Curiosity caminará ahora a una velocidad máxima de 144 metros por hora para verificar esa caja llena de telarañas. Los científicos se muestran optimistas. El reconocimiento de cerca puede llevar a más descubrimientos como el que ocurrió con los depósitos de azufre marciano.