Radiografía de la psilocibina en México: cómo, quiénes y por qué consumen hongos alucinógenos
El tipo de uso también es objeto de estudio: recreativo, exploratorio, de autoconocimiento y curativo fueron los cuatro principals tipos que la población reportó.
“El uso lúdico, por ejemplo, se da fundamentalmente por personas entre 18 y 24 años. Es un tipo de uso más juvenil, que se diferencia de los ya más maduros, entre los 30 y los 40 años, que la primera vez que usaron psilocibina fue para buscar un proceso sanador. Quizás porque es la edad en la que empiezan a aparecer los achaques”, señaló Mercadillo.
“La demografía también nos indica diferencias de elementos culturales y sociales, que tenemos que tomar en cuenta para comprender la medicina psicodélica. Cuando son utilizados de manera recreativa, es común que se acompañen de otras sustancias como el tabaco, el alcohol, la marihuana, no así cuando su consumo tiene fines de sanación”, explicó.
Un mapa cultural
La geografía también influye en la forma en que se consume el hongo. En la zona sur de México, por ejemplo, prevalece el consumo de hongos frescos o secos. Y destaca el caso de Oaxaca, como epicentro cultural de la medicina tradicional que usa los hongos de psilocibina.
“Pero en el norte, donde los hongos son muy escasos, hay más bien uso de psilocibina sintetizada o de alimentos preparados con hongos. Se consigue más por redes sociales o incluso ya se puede pedir por Amazon, aunque su venta no sea legal en México”, agregó el especialista.
Mercadillo explicó que la encuesta concluirá a finales de 2025, por lo que se recabará información de tres años. “Se está viendo cómo acuden las personas y con quién. Si es con un chamán que pertenece a una tradición indígena particular, o si es con alguien se auto nombra como tal, si es es con un terapeuta o un psicólogo formado en medicina psicodélica. ¿Con quién están acudiendo? Estamos haciendo todo ese tamizaje. Yo espero que este año ya tengamos toda la fotografía completa”, dijo Mercadillo.
Protocolo en suspenso
El doctor Raúl Escamilla, Subdirector de Consulta Externa del Instituto Nacional de Psiquiatría, explicó que continúa en suspenso la aprobación para el protocolo que él y un grupo de científicos y académicos que busca dar terapia asistida con hongos de psilocibina a una muestra de pacientes con depresión y eventualmente en un estudio de población abierta.
“Ya tenemos algunos aliados externos a la institución que nos van a apoyar para para esta fase del proyecto y esperamos pronto pues poder someter el protocolo a las instancias correspondientes regulatorias dentro del Instituto y fuera para poder iniciar con un pequeño estudio abierto”, explicó Escamilla.
El protocolo, explicó, aún no ha sido sometido ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y está aún bajo análisis de los comités internos del Instituto Nacional de Psiquiatría. “Un factor clave es contar también con presupuesto, porque es caro, es muy caro hacer un ensayo clínico abierto”, concluyó.