Real Madrid: Sin fútbol, sin gol y sin ganas de defender
Entre no pasearse por LaLiga goleando desde el primer día como algunos esperaban y descolgarse del Barcelona cediendo la mitad de los nueve puntos disputados hay un mundo. Que al Real Madrid le iba a faltar juego en este inicio de curso se podía esperar. Después de una década acostumbrado a que el mejor constructor de fútbol europeo se adueñara de los partidos, estaba claro que la ausencia de
Kroos iba a crear un agujero creativo que tardará en taparse. Las lesiones de Camavinga y Bellingham han venido a complicar ese casting para llevar el timón del que Tchouameni ha dimitido.
Pero lo que nadie vio venir fue que además le faltase gol. Cuando Mallorca o Las Palmas tienen más efectividad que un ataque con Mbappé, Vinicius, Rodrygo o Brahim es evidente que están fallando muchas, demasiadas cosas.
La principal es que el campeón de Europa juega mal, terriblemente mal. Previsible, lento, espeso, sin ideas. Es verdad que llevamos sólo tres jornadas, pero la falta de fluidez va a más.
El equipo no tiene ningún plan de juego que no sea hacerle llegar el balón a Mbappé o a Vinicius como sea. Sólo Güler muestra claridad para conectar con ellos, cuando juega… La falta de fútbol resulta sorprendente repasando el elenco de centrocampistas.
Una cosa es que ya no esté Kroos y otra que no esté ninguno salvo Valverde. Eso, en cuanto al ataque.
En el aspecto defensivo, confían tanto en que los de arriba lo van a solucionar con su enorme calidad individual que nadie presiona al rival. Empezando precisamente por los tres de arriba. La primera parte de Vinicius en ese sentido fue un despropósito, desentendiéndose con descaro
de lo que pasaba cuando Las Palmas se adueñaba de la pelota. Tres jornadas son suficientes para ver que Ancelotti tiene que pasar de los recados hacia sus estrellas a los hechos. Mientras siente al descanso a Brahim en vez de a Vinicius haga lo que haga, o sea, nada, el equipo seguirá partiéndose cada vez que pierda el balón.
Carletto tiene trabajo. Y presión.