¿Sabes cuál es el origen del platillo de mariscos que pides en un restaurante? En México nadie sabe con certeza
El problema no solo tiene que ver con las vedas. Entre especies legales, Oceana ha detectado que en diferentes puntos del país se venden ejemplares de bajo valor a precios elevados, afectando al consumidor y a los pescadores honestos. En 2020, la organización analizó genéticamente 174 muestras de pescados de restaurantes y pescaderías de cuatro ciudades mexicanas: el 44% no eran lo que decían ser.
Podría parecer que la sustitución de especies no afecta a especies protegidas como el caracol rosado, las mobulas, los pepinos de mar, el marlin (azul, blanco y rayado), la totoaba, el pez espada o los delfines, por mencionar algunas. Pero la realidad es más compleja. Los productos procesados, como filetes sin piel ni cabeza, abren la puerta a fraudes difíciles de detectar. Sin una norma de trazabilidad, podríamos estar comiendo especies en veda o en peligro sin saberlo.
Sin rastrear la ruta de los mariscos, también podrían estarse vendiendo más volúmenes de los que regula la autoridad pesquera, lo cual pone en riesgo la repoblación de especies. En particular cuando se trata de aquellas de regeneración lenta, como los tiburones, cuya pesca es legal, a excepción de tres especies que están prohibidas: tiburón blanco, tiburón ballena y tiburón peregrino.
Antar Pérez, especialista en ciencias marinas de Oceana México, considera que “las ciencias pesqueras en México son buenas, se tiene información robusta, el problema es una vez que está todo el conocimiento científico, ¿quién regula o vigila? México es un país muy grande y la capacidad humana asignada a esas tareas muchas veces se queda corta. Es importante tener el personal adecuado y lo que eso significa en cuestiones presupuestales”.
Mientras la norma llega, indica el biólogo, es importante ser consumidores responsables e informados. “Conocer las temporadas de veda en México, las tallas mínimas, no comprar productos muy pequeños, porque significa que son juveniles, que no han llegado a un período reproductivo adecuado y eso puede impactar sus poblaciones”.
La veda, detalla Pérez, sirve para proteger periodos clave en la vida de los organismos: etapas reproductivas, de crecimiento, de cortejo o de cuidado de las crías. “Esta y otras herramientas de manejo o protección pueden ayudar a conservar el ciclo de vida de las especies, permitiendo su permanencia”.
La cuaresma dura 40 días, pero cada año las fechas varían. Conapesca emite comunicados para cada veda. En la cuaresma de este año, que abarca del 5 de marzo al 17 de abril, algunas que están activas son:
- 10 de febrero a 30 de abril: no se puede extraer almeja generosa (Panopea generosa) en Bahía Magdalena, Baja California Sur.
- 16 de febrero a 14 de septiembre: están prohibidas las capturas de langosta azul (Panulirus inflatus), langosta verde (Panulirus gracilis) y langosta roja (Panulirus interruptus) en la Zona I de la costa occidental de la península de Baja California, que comprende la línea internacional con los Estados Unidos hasta la orilla norte del arroyo ‘El Tordillo’, en Baja California Sur.
- 1 de abril a 31 de julio: se prohíbe la extracción de callo de hacha (Pinna rugosa y Atrina maura) en aguas marinas de jurisdicción federal de la Bahía Magdalena-Almejas, en Baja California.
- 1 de abril a 30 de junio: se suspende la captura de liseta (Mugil curema) en litorales de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit y Jalisco.
- 1 de abril a 30 de junio: no es posible capturar peces de la Laguna de Yuriria, Guanajuato.
- 2 de abril a 25 de junio: no se puede pescar bagre (Ictalurus punctatus e Ictalurus furcatus) en Chihuahua.
- 15 de abril a 31 de mayo: se impide extraer ostión (Crassostrea virginica) en los sistemas lagunarios estuarinos de Tabasco.
Para consumir más sustentable, los expertos recomiendan solicitar a las pescaderías productos locales. Y aunque existen especies muy famosas como el erizo rojo de Baja California, el robalo de Sinaloa, la lisa de Oaxaca, el huachinango de Veracruz, el camarón rosado de Campeche, todas son pesquerías en deterioro.
Por ello, el titular de la Conapesca, Alejandro Flores Nava, señaló recientemente que en otras zonas de México hay especies “más económicas, pero igual de sabrosas como el jurel, la lisa, la sierra, la curvina, el bacalao del golfo, el bagre, el ronco, el pargo lunarejo, la palometa y la cintilla”.