¿Sabías que tus momentos de intuición mejoran tu memoria? Un estudio explica por qué
Encontrar de forma repentina la solución a un problema que te ha tenido horas en vilo puede dejarte algo más que una gran satisfacción. Un nuevo estudio sugiere que esos momentos de intuición inesperada modifican la manera en que el cerebro representa la información y favorecen la retención del aprendizaje en la memoria.
Pese a más de dos décadas de investigación, aún se sabe poco sobre cómo se reorganiza la información en el cerebro durante estos instantes de iluminación espontánea y cómo estos procesos influyen en la memoria a largo plazo. Para abordar esta cuestión, científicos de las universidades de Duke, Humboldt y Hamburgo realizaron un experimento en el que, mediante resonancia magnética funcional (fMRI), registraron la actividad cerebral de 38 personas mientras resolvían una serie de acertijos visuales.
Los participantes, de entre 18 y 35 años, con visión normal y sin antecedentes neurológicos o psiquiátricos, debían completar los espacios vacíos de unos gráficos en blanco y negro con pocos detalles, usando su percepción para reconstruir la imagen e identificar un objeto real.
Roberto Cabeza, coautor del estudio y profesor de Psicología y Neurociencia en la Universidad de Duke, explica que este tipo de ejercicios funcionan como versiones simplificadas de los llamados «momentos eureka». “Es solo un pequeño descubrimiento, pero produce las mismas características que los eventos introspectivos más significativos”, precisa.
Posteriormente, los investigadores preguntaron a los voluntarios si resolvieron los acertijos de forma deliberada y metódica, o si la solución apareció de manera intuitiva. También indagaron sobre el nivel de certeza que sentían respecto a su respuesta. Cinco días después, evaluaron su capacidad para recordar la solución encontrada.
Los resultados revelaron que quienes habían resuelto los rompecabezas gracias a una intuición repentina recordaban las respuestas con mayor precisión. Además, cuanto mayor era la confianza que sentían en el momento de hallar la solución, más probable era que la conservaran en la memoria días después.
“Si experimentas un momento revelador al aprender algo, casi duplicas tu capacidad de recordarlo. Hay pocos efectos en la memoria tan poderosos como este”, afirma Cabeza.
¿Qué pasa con el cerebro en los momentos de intuición repentina?
El estudio, publicado en Nature Communications, también identificó que los destellos de intuición, conocidos como insight, generan ciertos cambios en el funcionamiento cerebral. Durante estos episodios se modifica la representación de la información en la corteza occipitotemporal ventral (VOTC, por su nombre en inglés), donde regiones como el giro fusiforme posterior y la corteza lateral occipital inferior reestructuran la codificación visual. Este proceso permite interpretar manchas abstractas como objetos reconocibles, lo que sugiere que el insight tiene una base neuronal concreta que se desarrolla mediante una reconfiguración progresiva, y no instantánea, de las representaciones mentales.
Las sensaciones de certeza y satisfacción asociadas al insight también provocaron una actividad inusual en la amígdala y el hipocampo, este último vinculado al aprendizaje y la consolidación de recuerdos. Según los autores, cuanto más intensa es la intuición, mayor es la activación de estas estructuras cerebrales.