Semana clave para el Real Madrid: Si hay debacle podría llegar algún refuerzo… y peligraría su entrenador
Semana clave para el Real Madrid, que se aferra al calor del WiZink Center para ahuyentar al fantasma de una crisis que le persigue desde el comienzo de la temporada. En la Liga por ahora mantiene el tipo a duras penas (5-2), pero en la Euroliga se ha metido en problemas demasiado pronto. Es duodécimo (3-5) y está fuera incluso del Play-In.
Chus Mateo da instrucciones a sus jugadores durante un tiempo muerto.
Las lesiones de Garuba, Musa y Feliz y el lento acoplamiento de los fichajes (Rathan-Mayes, Ibaka y el propio Feliz), han ralentizado a un equipo que ha perdido la solidez que le caracterizaba en las últimas temporadas. Demasiado permeable en defensa y excesivamente individualista en ataque, se ha acostumbrado a sufrir ante casi cualquiera, una sensación insólita en los últimos 13 años, desde que aterrizó Pablo Laso en su banquillo en 2011.
Una inconsistencia letal en la Euroliga
En la Liga Endesa se lo puede permitir hasta ciertos límites, pero en la Euroliga esa inconsistencia le ha impedido competir en muchos partidos. Sobre todo fuera de casa, donde aún no conoce la victoria con cuatro derrotas consecutivas ante Bayern, Baskonia, Olympiacos, Maccabi y Milán. Aunque sus tres triunfos en casa contra Partizan, Panathinaikos y Estrella Roja han evitado un descarrilamiento que podía haber sido trágico.
Tavares, uno de los grandes pilares del Real Madrid, gesticula en un partido.
Por eso esta semana se antoja clave para ellos, ya que reciben al amparo de su público hoy a la Virtus Bolonia y el jueves al Anadolu Efes en la Euroliga. Y el domingo al Lleida en la Liga. Si los blancos no ganan esos tres partidos en casa las alarmas se encenderían definitivamente.
Tentativas de fichajes sin éxito
el club, que sigue peinando el mercado, aceleraría la llegada de algún refuerzo (ya tantearon sin éxito los de los exNBA Patrick Beverly (Hapoel Tel Aviv), Loonie Walker IV (Zalgiris) y el de Isaia Cordinier (Virtus) para cubrir alguna de las ausencias, si es que fuese posible. Una tarea nada sencilla habida cuenta de que ni siquiera en el fútbol parecen dispuestos a fichar pese a la plaga de lesiones de larga duración que les está asolando.
Isaia Cordinier, defendido por Dzanan Musa en un encuentro ante el Real Madrid.
Tres exámenes ‘finales’ para Chus Mateo
E incluso podría llegar a peligrar Chus Mateo. Si se impone a Virtus, Efes y Lleida el Madrid ganaría tiempo y sobre todo tranquilidad. Al menos una semana más mantendría en ‘stand by’ el tema de nuevas incorporaciones y su técnico podría dormir tranquilo algunas fechas más. Pero si tropieza de nuevo en la Euroliga, uno de los dos partidos y no digamos si pierde los dos, o incluso si cayese ante el Lleida, un recién ascendido, los movimientos podrían acelerarse.
Chus Mateo ordena una jugada a los suyos en el partido de Euroliga ante el Maccabi.
Todo ello si el club diese su beneplácito a los fichajes, lo cual es mucho decir viendo lo que está sucediendo en el ‘hermano mayor’ del fútbol. No tanto por la llegada de algún temporero mientras recupera a alguno de los lesionados, como si optase por tomar una decisión quirúrgica y meter el bisturí para cargarse a Chus Mateo, técnico ganador de su última Euroliga, ya que los grandes entrenadores que están libres en este momento, como el seleccionador español Sergio Scariolo o el griego Dimitris Itoudis, tienen un caché tan elevado que requerirían de la aprobación especial de las altas esferas del club. Complicado.
La presión es querer hacer las cosas bien todos los días. Tenemos que hacer un esfuerzo grande para volver a la senda de la victoria en la Euroliga
Pese a todo el propio Chus Mateo no cree que ni su equipo ni él mismo estén sometidos a una gran presión por el irregular arranque de temporada de su equipo. “La presión es querer hacer las cosas bien todos los días”, dice el técnico sin negar la urgencia que les acucia. “Tenemos que hacer un esfuerzo grande para volver a la senda de la victoria en la Euroliga”, asegura. «La Euroliga tiene una dureza difícilmente comparable a otras competiciones en el mundo. Es muy difícil que haya equipos invictos a estas alturas. No puedes descuidarte con ningún rival y demanda toda nuestra exigencia y energía«. Un aviso a sus jugadores y una petición de paciencia a sus aficionados.