Sheinbaum advierte de un contraataque arancelario a EEUU si Trump sigue adelante con su amenaza
México responderá con aranceles a los Estados Unidos si Trump recrudece su política proteccionista y cumple su amenaza de imponer tasas del 25% a todos los productos que procedan de México y Canadá. La presidenta del país, Claudia Sheinbaum, insinuó este martes que tomaría «represalias».
El presidente electo publicó el lunes por la noche desde el perfil de su red social Truth Social que impondría aranceles del 25% a todas las importaciones procedentes de México y de Canadá, e incrementar un 10% los aranceles a todas las importaciones procedentes de China. En campaña, el presidente electo había prometido un arancel universal del 10% para todo el mundo y otro del 60% solo para China.
«El 20 de enero, como una de mis muchas primeras órdenes ejecutivas, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25% sobre TODOS los productos que ingresen a los Estados Unidos, y sus ridículas fronteras abiertas», publicó.
La líder mexicana remitió una carta Trump asegurándole que esta postura proteccionista únicamenteperjudicará a las empresas compartidas que se localizan en territorio mexicano, fruto del denominado ‘nearshoring’ o producción cercana.
«Después de un arancel vendrá en respuesta otro, y así sucesivamente hasta que pongamos en riesgo a las empresas compartidas», aseveró la presidenta, reiterando que todos los grandes fabricantes de automóviles estadounidenses están localizados al otro lado de la frontera y se benefician del tratado de libre comercio que hay entre México, Canadá y EEUU.
El presidente electo argumentó que el objetivo es frenar la criminalidad y el narcotráfico, ya que asume que la mayoría de las drogas que se consumen en Estados Unidos, incluido el fentanilo, vienen de la frontera sur, a lo que la respuesta de su homóloga mexicana fue la siguiente: «El fenómeno de la migración o el consumo de drogas en Estados Unidos no se enfrentarán con amenazas ni con aranceles», escribió en su misiva.
«¡Esta tarifa permanecerá vigente hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión de nuestro país! Tanto México como Canadá tienen el derecho y el poder absolutos para resolver fácilmente este problema que lleva ya tiempo. Exigimos que utilicen este poder y, hasta que lo hagan, ¡es hora de que paguen un precio muy alto!», exclamó.
Sheinbaum, por su parte, reiteró que estas trabas arancelarias a las empresas «no son aceptables y causarían inflación y desempleo», tanto en Estados Unidos como en México.
Trump reiteró en su publicación que «miles de personas» están llegando a su país procedente de México y Canadá «elevando el crimen y las drogas a niveles nunca antes vistos».
Ante estas declaraciones, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, llamó al presidente electo, Donald Trump, y aseguró que mantuvieron un «buen» intercambio de pareceres sobre comercio y fronteras. «Hablamos de los lazos internos y fructíferos entre nuestros países», así como de los «desafíos que podemos trabajar juntos», añadió Trudeau.
Pero este movimiento de Trump parece que tiene mucho que ver con su obsesión por frenar a China. Tal y como publicó elEconomista.es en su momento, las empresas chinas se están beneficiando del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá para introducir sus productos en el mercado norteamericano y así saltarse los aranceles que el republicano impuso en 2017 y que Joe Biden mantuvo en su mandato.
La clave de todo esto se encuentra en Monterrey, concretamente en el Parque Industrial de Hofusan. Este polo industrial cuenta con 850 hectáreas y es el refugio de numerosos fabricantes chinos que buscan eludir los aranceles de Estados Unidos y acortar la cadena de suministro que cada vez está más tensa debido a la coyuntura geopolítica global.
Más de 10 empresas chinas tienen plantas en este polo industrial y los gestores de este parque aseguraron que en dos años esperan tener 35 empresas más allí afincadas, de las cuales el 10% serán de gerencia china.
Cuando Donald Trump asumió su mandato y comenzó la ‘guerra fría’ comercial, la inversión china en México se disparó de los 154 millones de dólares en 2017 a 271 millones el año siguiente.
En 2023, el valor de las exportaciones de componentes chinos fabricados en México hacia Estados Unidos cerró en 1.000 millones de dólares, un 15% más que el año anterior, según un informe emitido por la Asociación Nacional de la Industria de Componentes de México.
Musk y Tesla saldrían perjudicados
El reciente anuncio de Tesla de instalar una gigafactoría a las afueras de Monterrey atrajo a fabricantes de componentes chinos a la zona para poder suministrar piezas al fabricante de vehículos eléctricos. Esto hizo sonar las alarmas en Washington.
Lo que Musk tenía en mente es replicar el modelo de suministro local que tienen en la planta de Tesla en Shanghai. El plan es construir el modelo de coche eléctrico de nueva generación más barato del mundo en sus instalaciones de Nuevo León, ayudada en parte con 153 millones de dólares en incentivos de las administraciones locales mexicanas.
Los vehículos eléctricos que contienen piezas fabricadas en México suponen una reducción fiscal de hasta 7.500 dólares en los créditos de estudios de 2022 de los estadounidenses, según la Ley de reducción de inflación, la norma contra estrella de la administración Biden contra el cambio climático, la cual es bastante intervencionista.
La respuesta de China
Por su parte, China emitió una respuesta bastante diplomática ante este anuncio de Trump. Este martes, el portavoz de la embajada de China en Estados Unidos, Liu Pengyu, aseguró en su cuenta oficial de la red social X (antes Twitter) aseguró que la cooperación económica y comercial entre China y EEUU «es de naturaleza mutuamente beneficiosa » por lo que reiteró que «nadie ganará una guerra comercial o arancelaria».
«He tenido muchas conversaciones con China sobre las enormes cantidades de drogas, en particular fentanilo, que se envían a Estados Unidos, pero sin éxito», escribió el presidente electo de Estados Unidos. Reiteró que Pekín le prometió que impondrían «la pena máxima, la muerte, para cualquier narcotraficante que fuera sorprendido» y les acusó de «incumplir» su promesa. «Las drogas están llegando a nuestro país, principalmente a través de México, a niveles nunca antes vistos», agregó Trump.
El diplomático chino aseveró que «la idea de que China permita conscientemente el ingreso de precursores de fentanilo en Estados Unidos es completamente contraria a los hechos y la realidad».
En este sentido, informó que las agencias antinarcóticos de China y EE UU «han reanudado la comunicación regular» desde la reunión entre los presidentes de ambos países, Xi Jinping y Joe Biden, en San Francisco en noviembre del año pasado.