Si quieres clonar a tu mascota, esta es la mujer a la que debes que llamar
Hace nueve años, una pareja de gatitos británicos de pelo largo recién destetados embarcaron en un avión privado en Virginia y volaron hacia su nuevo hogar en Europa. Aquellos gatitos no eran diferentes de los demás, excepto porque habían sido creados en un laboratorio. Eran clones: genéticamente idénticos a su predecesor, ahora fallecido.
Había llevado siete meses y costado 50,000 dólares, pero aquel gato fue una de las primeras mascotas clonadas comercialmente en Estados Unidos. Desde entonces, le han seguido un par de miles de clones de perros, gatos y caballos, y cada año aumenta la lista de espera. ¿Nunca has deseado que tu mascota pudiera vivir, si no para siempre, al menos tanto como tú? Ahora puede, más o menos.
Pedazo de mascota
WIRED habló con una responsable de atención al cliente de la mayor empresa comercial de clonación de mascotas. Ella guía a los dueños durante todo el proceso, desde que envían un trozo de su antigua mascota hasta que conocen a la nueva.
La mitad de nuestros clientes acuden a nosotros cuando su mascota ya ha fallecido. Están de luto. Intentan encontrar la manera de sobrellevar el duelo, así que buscan en Google «¿Qué hacer cuando fallece una mascota?» Es entonces cuando se topan con nosotros, y a menudo soy la primera persona con la que hablan. Hay mucha emoción. Me alegra llevarles de la mano durante el proceso, porque cuando muere una mascota, sobre todo si es repentinamente, mucha gente no piensa con claridad. Postmortem, hay que hacer las cosas muy deprisa.
Tras el fallecimiento de una mascota, las células son viables durante unos cinco días. Hay que refrigerar el cuerpo, pero no congelarlo, porque la congelación daña las células. Normalmente queremos un trozo de oreja de la mascota fallecida. El tejido de la oreja es resistente; funciona muy bien. La gente no quiere pensar en que a su mascota le falte parte de la oreja, por lo que a veces es un problema.
Una vez que la muestra está en el laboratorio, el primer paso es cultivar células a partir del tejido, congelarlas y almacenarlas. Cuando todo el mundo está listo para seguir adelante con la clonación, transferimos algunas de esas células a nuestro laboratorio de clonación en el norte del estado de Nueva York.
Engañando al óvulo
La clonación comienza con la creación de embriones a partir de las células. Tomamos un óvulo de una donante, extraemos el núcleo e insertamos uno de los millones de células que hemos cultivado. Hay un estímulo eléctrico que básicamente engaña al óvulo para que piense que ha sido fecundado, pero no hay esperma. Esa es la magia de la clonación. Requiere mucha habilidad y una buena coordinación ojo-mano.
El laboratorio crea varios embriones y los transfiere a una de nuestras perras o gatas de alquiler, criadas específicamente para ser buenas madres. En unos pocos intentos, tendremos un cachorro o un gatito. A veces más de un cachorro o gatito, porque cuando transferimos los embriones a la madre de alquiler, es como en la Fertilización In Vitro: puede nacer más de uno. Si nacen dos o tres cachorros, el cliente se los quedaría todos. En raras ocasiones tenemos un cliente que solo quiere uno, entonces le ayudamos a dar el extra a alguien más. Muchas veces va a parar a un empleado de aquí. Casi todos nuestros empleados tienen un animal clonado.
Los perros son muy difíciles de clonar
Las perras entran en celo una o dos veces al año y, a diferencia de las gatas, no podemos inducir a las perras a ovular. Tampoco podemos congelar los embriones. A lo largo de los años hemos ido ajustando el tamaño de las camadas. Tuvimos que calcular cuántos embriones poner para sacar un cachorro. Nadie quiere 10 cachorros, aunque quiera mucho a ese perro.
Hemos desarrollado un método para poner varios embriones de varios perros en la misma madre de alquiler simultáneamente. Así, en lugar de que una madre de alquiler dé a luz a un chihuahua clonado, una madre de alquiler podría dar a luz a una camada de un chihuahua clonado, un yorkie clonado, un pinscher miniatura clonado. Pero al propietario no le gusta tanto, porque no podemos saber exactamente qué embriones han tenido éxito hasta que vemos salir a los cachorros.