¡También el Tribunal Supremo da como vencedor a Maduro!
LA HABANA, Cuba.- Este jueves, la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela dictó sentencia en el expediente incoado a solicitud del dictador Nicolás Maduro. Tal y como hacía suponer la extrema incondicionalidad de los magistrados ante el régimen imperante, la mencionada resolución judicial ratifica la supuesta victoria del actual jefe de Estado en los comicios celebrados el pasado 28 de julio.
Para empezar, ni el TSJ ni el propio Maduro han explicado, durante las más de tres semanas transcurridas desde la votación, cuál es el contenido concreto del escrito presentado por ese señor, documento que representó el detonante del insólito proceso al que ha puesto fin la flamante sentencia ahora dictada.
Me explico: Lo normal es que, ante la jurisdicción de lo contencioso electoral, acuda algún candidato perdedor, que está inconforme con los resultados anunciados por el órgano administrativo correspondiente (en el caso venezolano, el Consejo Nacional Electoral o CNE) para solicitar la anulación de los resultados anunciados por este y la corrección de cualquier error en el que se haya podido incurrir.
Los hechos
De manera sorprendente, en el caso que nos ocupa no sucedió así: Quien acudió ante el TSJ fue precisamente el dictador Maduro; es decir, ¡el mismo candidato presidencial que, según el único anuncio hecho por el Presidente del CNE unas horas después de terminados los comicios, había alcanzado en estos —supuestamente— la victoria!
¿Qué alegó Maduro en su escrito? ¿En qué consistió su “impugnación”? La aludida Sala Electoral del TSJ ha tenido gran cuidado en guardar ese secreto con gran celo. Una práctica procesal básica establece que, cuando una persona solicita de un tribunal un pronunciamiento determinado, el órgano jurisdiccional dé traslado de sus escritos a los posibles afectados, para que estos puedan oponerse a la petición de la primera (o incluso, en casos específicos, aceptarla con conocimiento de causa).
¡Esto brilló por su ausencia en el caso que nos ocupa! El TSJ sí convocó a los candidatos opositores, pero ocultó en tan gran medida lo alegado por el dictador, que hasta uno de aquellos —Enrique Márquez— alegó con toda la razón del mundo: “¿Cómo voy a firmar algo que no sé de qué se trata! Tienen que darme el recurso para conocerlo; ¡si no, no puedo firmar nada!”.
En un trabajo periodístico que publiqué en este mismo diario el pasado día 5, aludí a esas y otras irregularidades que viciaban lo que pudiéramos denominar “fase judicial” del sainete electoral escenificado en Venezuela por el dictador Maduro y sus incondicionales. Pero, a lo largo de estas semanas, a esas anomalías se han sumado otras más.
Revisadas por “peritos”
Se supone que las actas entregadas por las autoridades del CNE y distintos partidos políticos al TSJ fueron revisadas durante días por personas que, según la emisora chavista TeleSur, eran “peritos nacionales e internacionales, expertos en estadística”. Por lo que se podía apreciar de las imágenes publicadas, se trataba de personas mayormente jóvenes, ataviadas con ropas modernas y gorritas de pelotero.
Pero las autoridades jamás publicaron una lista de los referidos “peritos”, de modo que no resulta posible hacerse una idea exacta de la calificación (o la falta de ella) con la que contaban para hacer su trabajo.
Tampoco se sabe cuáles son sus antecedentes, de modo que resulta imposible determinar con qué solvencia moral (si es que alguna) cuentan.
Para colmo, en las fotos sus rostros aparecían cubiertos por nasobucos (¿no se habrán enterado del fin de la pandemia!…). En resumen, que esos señores bien merecen el calificativo de “desconocidos enmascarados”.
Convertir al TSJ en copartícipe del fraude
A la luz de lo sucedido, se hace evidente que el propósito del dictador, al “impugnar” su falsa victoria declarada por el CNE, era convertir al TSJ en copartícipe del fraude electoral. Ahora ya son dos los órganos del Estado Venezolano (ambos controlados desde el Palacio de Miraflores) que aseguran el mentiroso triunfo de Maduro, pero ni uno ni el otro han publicado las actas que servirían para corroborar ese supuesto éxito.
En ese sentido, los chavistas no sólo prestan oídos sordos a los reclamos de sus propios ciudadanos, de gobiernos democráticos y de organizaciones internacionales, que a una sola voz demandan la publicación de las dichosas actas. ¡Ahora también pretenden perseguir al verdadero triunfador —Edmundo González Urrutia— y a sus partidarios por haber suplido esa evidente omisión del régimen y por sí haber publicado las actas!
Es lo que nos informa el diario Caraota Digital, que, como su mismo nombre indica, está especializado en noticias de Venezuela. Uno de sus titulares de este viernes nos alerta de la inminente perpetración de la arbitrariedad antes mencionada: “Fiscalía citará ‘en las próximas horas’ a Edmundo González por la publicación de las actas en una web”.
El pretexto invocado por el jefe de los represores, Tarek William Saab, es que, supuestamente, el líder opositor “ha usurpado la competencia que solamente le corresponde al CNE”. El chavismo aparece, pues, como una nueva especie de “perro del hortelano”: Si este último ni come ni deja comer, el CNE no publica las actas y la Fiscalía al servicio de Maduro persigue al que sí lo haga…
La treta de Maduro
En cualquier caso, la treta judicial de Maduro ha arrojado paupérrimos resultados. Sólo sus homólogos de Cuba y Nicaragua (¡valiente dúo!) se han ufanado de la espuria sentencia. Como reza el conocido refrán, para ese viaje no hacían falta tantas alforjas. El grueso de la comunidad internacional permanece en sus trece, reclamando la publicación oficial de las actas originales.
Tras la publicación de la sentencia, Estados Unidos y diez países latinoamericanos (Argentina, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay) emitieron un comunicado conjunto, en el cual se rechaza y condena la farsa electorera de los maduristas y se insiste en reclamar la publicación de las actas. En el mismo sentido se han pronunciado, en las últimas horas, el Representante de la Unión Europea y el Secretario General de la ONU. ¡Confiemos en que Maduro no logre salirse con la suya!