Thibaut Courtois en la diana del Metropolitano: de las ratas a los mecheros | Fútbol | Deportes
Después de una hora de aburrimiento completo de juego, la peor imagen del derbi y para la Liga en el encuentro de mayor proyección internacional. Todos los temores se habían concentrado en lo que pudiera ocurrir con Vinicius en el Metropolitano, pero el fuego prendió en la otra orilla, en el territorio de Thibaut Courtois. Militão metió el 0-1 y todo se enfangó hasta el punto de que se tuvo que suspender de forma temporal el encuentro después de que el portero del Madrid le entregara al colegiado dos mecheros arrojados desde la zona del Frente Atlético.
“La decisión del árbitro fue correcta”, apuntó Carlo Ancelotti. “Nos dijo que había parado el partido dos veces y que, si tiraban otra vez, lo tenía que suspender. Nos ha dicho que nos íbamos al vestuario 10 minutos y luego volvimos”, explicó el italiano, que respecto a lo puramente deportivo comentando que “empatar aquí puede ser un buen punto para el futuro”, y que su equipo se encuentra “en buena dinámica ” tras “ganar un punto el líder”.
Si Vini no dejó de ser pitado por una parte importante del estadio cada vez que tocó el balón —por una mayoría en algunos momentos—, ya se sabía que el portero apareció en el segundo lugar en el escalafón de la animadversión rojiblanca.
La belga perteneció al Atlético entre 2011 y 2014 como cedida por el Chelsea. Él fue, de hecho, el meta colchonero en la final la Champions de 2014, la del gol de Sergio Ramos. Y el anfiteatro no le perdonó su fichaje por el Madrid en 2018. Tanto que en el derbi disputado en el recinto atlético en febrero de 2019, en su primera visita como merengue, su placa en el estadio por haber jugado más de un centenar de encuentros. con el club fue atacada y en ella aparecieron varias ratas de goma. El propio meta recuerda este episodio en el documental sobre su carrera que se ha estrenado estos días. “Entiendo que verme jugar con el rival puede doler, pero en algunos momentos se pasó”, afirma.
pruebas medicas
A las 22.42, cuando Courtois, que este lunes se somete a pruebas por las molestias musculares con las que terminó la noche, reanudó el encuentro con un saque en largo, la grada le dedicó el viejo cántico de “eeeh, cabrón”. A partir de entonces, cada vez que tocó la pelota, se escucharon pitos contra un meta que acabó señalado por Diego Pablo Simeone como provocador nada más terminar el choque.
Los miedos se habían depositado en lo que pudiera ocurrir con Vinicius, cuyos esfuerzos —suyos y ajenos— por no caer en trifulcas resultaron evidentes. Que no pasara nada en el juego hasta el 0-1 también ayudó a prolongar la calma, siempre tensa. Al descanso, se marchó bromeando con Griezmann. De una ligera brizna del atacante vino el gol de Militão. Forzó una falta, el saque le llegó a él, centró y el más inopinado escrito. Ahí terminó el raquítico juego de ambos y comenzó la parte de sucesos de una noche muy accidentada.
Courtois impidió el empate con dos paradas, pero no evitó la igualada de Correa (con la colaboración de Militão) en el descuento poco después de que la belga mostrara gestos de molestias físicas. El desenlace más destemplado para el belga en un derbi que acabó con los jugadores locales aplaudiendo a la grada desde donde cayeron los objetos.