Una alternativa a la fecundación in vitro podría hacer menos complejo el proceso de tener hijos
Cada vez más personas recurren a la fecundación in vitro, o FIV, para tener bebés. El proceso puede ser arduo, ya que requiere inyecciones de hormonas costosas dos veces al día durante dos semanas para madurar los óvulos y poder extraerlos del cuerpo.
La nueva empresa neoyorquina Gameto pretende aliviar esta carga a las pacientes al permitirles madurar los óvulos fuera del cuerpo. El método de la empresa sustituye el 80% de las inyecciones hormonales necesarias para la FIV tradicional y acorta la duración del ciclo de tratamiento a unos pocos días. Según los nuevos datos publicados por la empresa, resulta prometedor para generar embriones y embarazos sanos.
Madurar óvulos en un laboratorio en lugar de en los ovarios no es una idea nueva. La maduración in vitro, o MIV, surgió en la década de 1990, pero su uso no está muy extendido dado que sus tasas de éxito son inferiores a las de la FIV. Durante la MIV, los óvulos se extraen y se cultivan en una mezcla especial de nutrientes y factores de crecimiento. Con el método de Gameto, en cambio, los óvulos se maduran con células ováricas «de apoyo» derivadas de células madre.
En una preimpresión publicada en internet, Gameto demostró que su producto, denominado Fertilo, producía tasas de embarazo más elevadas que la MIV convencional. En la primera parte del estudio, 20 pacientes recibieron Fertilo para evaluar la seguridad de la técnica. En la segunda parte, otras 20 pacientes fueron aleatorizadas para recibir Fertilo o MIV. Los óvulos madurados con Fertilo tenían más probabilidades de desarrollarse con normalidad, con una tasa de maduración del 70% frente al 52% con la MIV estándar.
Cuando estos óvulos se fecundaron con espermatozoides, Fertilo dio lugar a embriones más viables y a una mayor tasa de embarazo: el 44% de las pacientes del grupo de Fertilo quedaron embarazadas tras un ciclo de tratamiento, mientras que el 20% de las que se sometieron a la MIV lo consiguieron. El estudio dio lugar a 15 embarazos en curso, 13 de ellos por tratamiento con Fertilo y dos por MIV. Una paciente del grupo Fertilo quedó embarazada de forma natural tras la extracción de óvulos y no se incluyó en el análisis final. El estudio, realizado en México y Perú, aún no ha sido revisado por expertos.
«La idea de Fertilo es aportar una solución centrada en los pacientes, una solución que realmente empodere y facilite a las personas la creación de una familia», expresa Dina Radenkovic, directora general y fundadora de Gameto. De hecho, Radenkovic probó la tecnología de Gameto con sus propios óvulos, no para quedar embarazada, sino para comprobar la capacidad de Fertilo para madurarlos.
Los ovarios producen de forma natural un óvulo maduro al mes hasta la menopausia. En un ciclo de FIV, las pacientes se autoinyectan altas dosis de hormonas durante 10 a 14 días para estimular sus ovarios para producir muchos óvulos. Las inyecciones provocan cambios de humor, dolores de cabeza, hinchazón y, en raras ocasiones, un trastorno doloroso y potencialmente grave llamado síndrome de hiperestimulación ovárica. En EE UU, los medicamentos de estimulación cuestan entre 4,000 y 7,000 dólares por ciclo de tratamiento, lo que puede suponer un tercio del costo total de la FIV. Y muchas pacientes necesitan varios ciclos para lograr embarazarse.
Con el método de Gameto, las pacientes toman dos o tres días iniciales de hormonas y luego se someten a la extracción de óvulos. Los óvulos se incuban con células de apoyo ováricas durante unas 30 horas. Gameto ha desarrollado un método para crear estas células reproductoras especializadas a partir de células madre. «Podemos utilizar estas células para recrear el ovario fuera del cuerpo», explica Christian Kramme, director científico de Gameto.