Una explosión nuclear podría salvar a la Tierra de un gran asteroide
Quizás un día una explosión nuclear podría resultar útil. Porque lo que parece seguro, según los físicos de los Laboratorios Nacionales Sandia, cuya misión principal es garantizar la seguridad y protección del arsenal nuclear estadounidense, es que una explosión nuclear controlada podría salvarnos de un acontecimiento catastrófico, a saber, el impacto de un gran asteroide con nuestro planeta. Los expertos, de hecho, acaban de publicar en la revista Nature Physics la primera simulación de defensa planetaria con ayuda nuclear.
Asteroides peligrosos
Que los asteroides pueden suponer una amenaza no es ninguna novedad. Basta recordar el asteroide responsable de la extinción de los dinosaurios o el meteorito que explotó sobre la ciudad rusa de Cheliábinsk en 2013, que causó más de mil heridos. Por eso la ciencia explora estrategias para proteger la Tierra de impactos que podrían resultar catastróficos. Por ejemplo, en 2022 la sonda Dardo de la NASA se estrelló intencionadamente contra Dimorphos, demostrando que si bien el impacto cinético puede proteger a la Tierra, este impulso debe darse un tiempo antes del impacto. A este respecto, recordemos que la misión Hera de la Agencia Espacial Europea, cuyo lanzamiento está previsto para el mes próximo, debería ayudar a estudiar y vigilar las consecuencias del impacto de Dart contra Dimorphos. En caso de que un enorme asteroide llegue sin previo aviso en rumbo de colisión con la Tierra, los científicos están considerando la energía nuclear como una forma prometedora de defensa.
La energía nuclear, una alternativa viable
Los investigadores del nuevo estudio han aportado una base sólida para recurrir a la energía nuclear para cambiar la trayectoria de un asteroide y evitar así su impacto con la Tierra. «Desviar los asteroides más peligrosos requerirá concentraciones de energía similares a las explosiones nucleares», reza el estudio. El equipo, de hecho, registró con detalle de nanosegundos cómo el enorme pulso de radiación liberado por una explosión nuclear podría vaporizar parte de un asteroide. En concreto, el suceso sería tan violento que calentaría su superficie hasta decenas de miles de grados, produciendo una bola de gas en rápida expansión, capaz de empujar al asteroide fuera de su trayectoria. «El material vaporizado se proyecta hacia un lado, empujando al asteroide en la dirección opuesta», explicó Nathan Moore, primer autor del estudio. «Sería como convertir el asteroide en su propio cohete«. Para demostrarlo, los investigadores realizaron un experimento sin precedentes: expusieron fragmentos de un falso asteroide a intensos pulsos de rayos X similares a los que se liberan en las explosiones nucleares.
¿Es la mejor opción?
Las observaciones mostraron que el pulso vaporizaba rápidamente la superficie objetivo del asteroide, creando un gas en expansión capaz de empujarlo fuera de su trayectoria. Esta opción nuclear, según los cálculos del estudio, debería funcionar para asteroides de hasta 4 kilómetros de diámetro, pero éste no es un límite superior tan claro. «Si hay suficiente tiempo de aviso, sin duda se pueden desviar incluso los asteroides más grandes», explicó Moore. «Sigo prefiriendo las opciones no nucleares, en particular los impactadores cinéticos simples o múltiples, ya que sabemos que son tecnológicamente viables», comentó a The Guardian Gareth Collins, científico planetario del Imperial College. «Pero para un asteroide muy grande o con poco tiempo de aviso, este tipo de enfoque puede ser nuestra única opción«.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.