voceros oficialistas anuncian supuestos «cambios estructurales» en Cuba
MIAMI, Estados Unidos. – Voceros del régimen cubano se refirieron a inicios de este mes a la necesidad de implementar “cambios estructurales” en el modelo económico de la Isla, como parte del programa oficialista Cuadrando la caja (edición del 2 de marzo). Sin embargo, el enfoque del panel estuvo marcado por la defensa del sistema socialista y la falta de medidas concretas para afrontar la crisis económica que atraviesa el país.
El programa, conducido por Marxlenin Pérez Valdés, reunió a los economistas oficialistas José Luis Rodríguez, Ramón Labañino y Rafael Montejo, quienes insistieron en que los cambios estructurales en Cuba no pueden implicar una transición hacia el capitalismo. “Se está tratando de imponer en las redes y, sobre todo, en la subversión, la matriz de que los cambios estructurales tienen que ver con un cambio de régimen. Eso es una falsedad”, aseguró Labañino, uno de los cinco espías cubanos condenados en Estados Unidos.
El debate se centró en la necesidad de reorganizar la economía sin modificar el control estatal sobre los sectores clave. Rodríguez enfatizó: “Hay que definir bien cuáles son los cambios estructurales que necesita nuestro socialismo para fortalecerlo, salvarlo, y cuáles son los cambios estructurales que nos llevan al capitalismo y no podemos aceptar”.
Una crisis estructural ignorada
Por su parte, el economista cubano Pedro Monreal reaccionó en la red social X criticando la omisión en el programa de la “crisis estructural” que afecta a la Isla. “Si se habla hoy de cambio estructural es porque previamente el gobierno impuso cambio estructural fallido que culminó en crisis”, señaló en un hilo.
Monreal también destacó que el programa “intentó desviar la atención aludiendo a ‘ciertos gurúes’ que proponen cambios estructurales supuestamente abstractos, pero ignora convenientemente a los gurúes oficiales que prometen bienestar, pero concretamente entregan penurias”.
La crisis económica que atraviesa Cuba se refleja en el desabastecimiento de alimentos, el alza de la inflación, el colapso de los servicios básicos y los apagones de hasta 20 horas al día. Aunque el Gobierno ha reconocido algunos de estos problemas, el debate en Cuadrando la caja evitó profundizar en soluciones específicas, limitándose a destacar el papel rector del Partido Comunista de Cuba (PCC) y la necesidad de “salvar el socialismo”.
El dilema de la inversión y la productividad
Uno de los puntos clave abordados en el programa fue la falta de inversión en sectores productivos. Rodríguez explicó que “hay una determinada proporcionalidad necesaria para que haya servicios sociales, educación y salud públicas… Eso tiene que darse sobre una base, la producción”, dijo. Sin embargo, reconoció que “la gasolina que mueve el carro del cambio estructural es la inversión”, y que sin ella “no va a caminar”.
Pese a esto, el panel evitó proponer soluciones para atraer inversión extranjera o mejorar la eficiencia de la economía estatal. Monreal criticó que “las presentaciones no mencionaron ni ‘productividad’ ni ‘ingresos’, a pesar de que son factores cruciales en el proceso de desarrollo, que es un tipo muy específico de transformación estructural”.
Mercado y socialismo
Durante su comparecencia, los economistas oficialistas expresaron su preocupación sobre la posible expansión del mercado en la economía cubana. “El mercado tiene sus propias leyes que conducen a la propiedad privada y a la concentración de esa propiedad y de la riqueza si se deja que vaya por su camino. Eso es llegar al capitalismo”, advirtió Rodríguez.
A pesar de esta postura, reconoció que “se puede abrir un espacio al mercado, porque es necesario”, aunque insistió en que debe ser “conducido” para evitar “un retroceso ideológico”. En este sentido, Montejo afirmó que “los cambios estructurales y la estructura económica son elementos estables en el tiempo, no se cambian tan rápidamente, con un efecto casi inmediato”.
Una economía dependiente
El panel también abordó la dependencia de la economía cubana del comercio exterior y la inversión extranjera. Montejo señaló: “Tenemos una gran dependencia del vínculo con el exterior, de la cantidad de dinero que se tenga para proporcionar”. Sin embargo, los economistas no mencionaron medidas para aumentar la producción nacional ni para diversificar las fuentes de financiamiento de la Isla.
Como es costumbre del discurso oficial cubano, el programa hizo énfasis en las dificultades derivadas del embargo estadounidense. Sin embargo, evitó mencionar el impacto de las políticas económicas internas y las restricciones impuestas por el propio régimen a la iniciativa privada.
¿Hacia dónde se dirigen los cambios?
El cierre del programa dejó más preguntas que respuestas. Labañino insistió en que los cambios estructurales de Cuba “son siempre” para defender al socialismo, “perfeccionarlo, hacerlo más eficiente; para seguir adelante por la vía del socialismo”. Sin embargo, Monreal cuestionó en X si el término “modelo socialista” está siendo utilizado “como artefacto ideológico” en lugar de ser una “realidad con regularidades empíricas”.
En conclusión, el “debate” en Cuadrando la caja reflejó una vez más la postura oficial del Gobierno cubano: reconocer la crisis sin asumir responsabilidades ni plantear cambios significativos en la estructura económica del país.