votará ‘no’ a la senda fiscal
Junts no se mueve y reafirma que votará en contra de la senda de estabilidad que se debatirá este jueves en el Congreso de los Diputados. Los de Carles Puigdemont allanan el camino a una nueva prórroga presupuestaria, ante la resignación del PSOE, que ya da la batalla prácticamente por perdida. «Lo hemos dejado claro. Si se presenta la misma propuesta que se votó en contra, evidentemente se votará en contra. Si se modifica, se analizará la modificación y se decidirá el voto. A nadie debe sorprenderle», ha asegurado el secretario general de los postconvergentes, Jordi Turull. La línea roja que pinta la formación independentista es prácticamente insalvable. La senda de estabilidad, que traza un objetivo de déficit del 0,1% para las CCAA durante los próximos tres años, fue aprobada por el Consejo de Ministros hace dos semanas. Su modificación, exigirá deshacer el trámite para iniciarlo de nuevo, algo que Moncloa descarta.
Salvo un cambio de última hora, el Gobierno se verá forzado a prorrogar –por segunda vez consecutiva- los Presupuestos de 2023. La Ejecutiva socialista ya ha comenzado a trasladar la presión sobre el Partido Popular. Su portavoz, Esther Peña, ha denunciado que el rechazo de los de Alberto Núñez Feijóo, restará 12.000 millones de euros en fondos para las CCAA y Ayuntamientos en los dos próximos años. «Si el PP vota en contra, es probable que el Gobierno pierda la votación, pero el Feijóo perderá la oportunidad de presentarse como un político de Estado», ha denunciado Peña este lunes.
Pese al ‘no’ de los populares, toda la tensión se acumula en torno a Junts. El PSOE trató de negociar un cambio de guion con el propio expresident de la Generalitat, hace unos días en Suiza. Sánchez envió al número tres en Ferraz, Santos Cerdán, a reconducir la situación sin demasiado éxito. «No comentamos reuniones, sino acuerdos. Comunicaremos cuando haya que comunicar, pero no hay nada nuevo», ha insistido Esther Peña, que no descartó un pacto de última hora. «El acuerdo de Bruselas (a cambio de la investidura de Pedro Sánchez) se cerró de madrugada, y a las 11 horas estábamos comunicándolo», ha recordado. Ferraz –no obstante- intentará un acuerdo hasta el último momento. Socialistas e independentistas tendrían abierto un canal, cuyas conversaciones se estaría desarrollando bajo la más absoluta discreción.
Moncloa allana el camino a la derrota parlamentaria
Sin embargo, el pesimismo es evidente dentro –incluso- del propio Gobierno. Varios ministros han comenzado a reivindicar los Presupuestos de 2023, como una hoja de ruta positiva. «No tener otros no sería ningún drama ni un obstáculo para la legislatura», ha asegurado el titular de Transportes, Óscar Puente en declaraciones al diario El País. «Es evidente que hay unos buenos presupuestos que aprobó ya el gobierno de coalición, pero desde luego, insisto, la obligación es intentar sacar los Presupuestos», ha apuntalado el ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, en una entrevista en ‘La Hora de la 1’ de RTVE. Desde Moncloa insisten en que bajo la presidencia de Mariano Rajoy se produjeron varias prórrogas presupuestarias, y recuerda que el Ejecutivo puede modificar partidas de las Cuentas de 2023, para reequilibrar ingresos y gastos para responder de manera más certera a los retos que se presentan el año que viene.
El miércoles, la vicepresidenta Primera, María Jesús Montero, se enfrenta a una dura sesión de control en el Congreso de los Diputados. Varios portavoces –entre ellos Podemos y PP- preguntarán a la también titular de Hacienda sobre la gobernabilidad de Sánchez sin apoyo parlamentario. Ya lo hizo la pasada semana el portavoz de ERC en la Cámara Baja. Gabriel Rufián preguntó al presidente «¿cuánto cree que durará la legislatura?», durante la última sesión de control al Gobierno. Sánchez despachó la pregunta como pudo. «Las legislaturas, según mandata la Constitución, son de cuatro años, por lo tanto, nos quedan tres», apuntó desde su escaño. Fuentes del Gobierno insisten en que Sánchez agotará la legislatura, pese a finalmente se vea obligado a prorrogar los Presupuestos.