¿Y si el universo está girando sobre sí mismo?
Un equipo de astrónomos acaba de encontrar una posible explicación para una de las más grandes incógnitas de la cosmología contemporánea. Las diferentes mediciones sobre la expansión del universo no concuerdan entre los científicos porque probablemente esté rotando sobre sí mismo, a la vez que se expande.
La investigación publicada en la revista Monthly Notice of the Royal Astronomy presenta un modelo de comportamiento donde el universo completa una rotación cada 500 mil millones de años. A modo de contraste, su edad actual es de 13,800 millones de años, un 2.76% de esa supuesta vuelta completa. El movimiento rotacional es demasiado lento incluso para escalas de formación cósmica, pero, en palabras de los investigadores de la Universidad de Hawái, “es suficiente como para afectar la forma en que el espacio se expande en el tiempo”.
Al considerar una velocidad angular, los científicos encontraron que la constante de Hubble se vuelve consistente con las mediciones locales como con las del fondo cósmico de microondas (CMB). El modelo también es compatible con otras propuestas que asumen la rotación del universo mientras que no infringe las leyes conocidas de la física. “Parafraseando al filósofo griego Heráclito de Éfeso, quien dijo Panta Rhei (todo se mueve), pensamos que aquí tal vez es Panta Kykloutai (todo gira)», contó Istvan Szapudi, uno de los autores principales de la investigación.
La tensión de Hubble o por qué parece que no entendemos la historia del universo
Los científicos se han dado cuenta de que las galaxias se están alejando unas de otras porque literalmente está surgiendo espacio entre ellas. El consenso actual cosmológico sostiene que el universo se expande y que la velocidad a la que lo hace evoluciona a través del tiempo. En lo que no terminan de ponerse de acuerdo es la velocidad actual a la que “crece” el cosmos. Las dos mejores metodologías para calcular la constante arrojan diferentes resultados y nadie sabe exactamente por qué.
Cuando se utiliza el CMB, los cosmólogos obtienen un valor para la constante de Hubble de 67 kilómetros por segundo por megapársec (un megaparsec equivale a 3.26 millones de años luz. Sin embargo, si los científicos miden la expansión del universo a través de la luminosidad de las supernovas, la constante de Hubble arroja un rango de 73 y 75 kilómetros por segundo por megapársec.
Esta discrepancia o tensión de Hubble no se interpreta como un error sencillo en las mediciones (el telescopio James Webb ya descartó errores técnicos), sino como una señal del desconocimiento parcial de la física fundamental del universo. Al rompecabezas cósmico le faltan piezas y los investigadores ni siquiera saben qué forma debería tener.
Una de las probables explicaciones para la tensión es que el universo se encuentre rotando. El modelo que crearon los autores es coherente y además apoya otras hipótesis controvertidas, como aquella que dice que el universo está dentro de un agujero negro. Sin embargo, también existen otras propuestas igualmente sugerentes, como la presencia de partículas, interacciones o energías tempranas que hasta la fecha no han sido detectadas.