Ya está listo ExoMars, el sistema de paracaídas para aterrizar en Marte
El sistema de paracaídas más complejo jamás diseñado para una misión a Marte funciona. Así lo ha comunicado la Agencia Espacial Europea (ESA), según la cual su sistema de paracaídas ha superado con éxito las pruebas de descenso a gran altitud. De hecho, consiguió elevar un módulo de descenso de ExoMars mediante un globo estratosférico de helio, soltándolo a una altitud de casi 30 km sobre el Círculo Polar Ártico.
Desde esta altitud, el sistema desplegó dos grandes paracaídas. «Estamos contentos de confirmar que tenemos un sistema de paracaídas que puede funcionar en Marte, un ambicioso proyecto con el paracaídas más grande jamás volado fuera de la Tierra», comentó Luca Ferracina, ingeniero de sistemas del módulo de descenso y aterrizaje ExoMars de Esa.
¿Es difícil aterrizar en Marte?
Aterrizar en Marte es una empresa muy arriesgada y compleja. En apenas seis minutos, recuerdan desde la ESA, el módulo de descenso debe desacelerar desde 21,000 kilómetros por hora hasta un aterrizaje suave para mantener a salvo su preciada carga, el rover Rosalind Franklin que se utilizará para explorar la superficie del planeta rojo. Esta desaceleración requiere un escudo térmico, dos paracaídas principales y un sistema de propulsión de retrocohete activado 20 segundos antes de tocar la superficie marciana. «El uso de dos paracaídas nos permite diseñar un paracaídas robusto y de tamaño medio para desacelerar la sonda a velocidad supersónica y, a continuación, un paracaídas mucho más grande y ligero para el descenso final», comentó John Underwood, ingeniero principal de Vorticity, la empresa británica responsable del diseño del sistema de paracaídas.
La prueba de aterrizaje
La prueba que se acaba de realizar forma parte de una campaña llevada a cabo en el Centro Espacial Esrange de la Corporación Espacial Sueca en Kiruna, al norte de Suecia. Para recrear la delgada atmósfera marciana (aproximadamente el 1% de la densidad de la atmósfera terrestre a nivel del mar) y lograr la combinación de densidad y velocidad que debería experimentar la cápsula, los investigadores hicieron volar el globo de helio muy alto, desde una altura unas tres veces superior a la que alcanzan los aviones comerciales. A continuación, la cápsula entró en caída libre durante unos 20 segundos, alcanzando casi la velocidad del sonido, antes de desplegar a su vez los paracaídas. «La combinación de velocidad y baja densidad atmosférica de esta prueba es exactamente igual a la que experimentarán los paracaídas en Marte», explica Ferracina. «Hacer pruebas en la Tierra es una forma de ganar confianza y confirmar que todos los elementos funcionan como se espera».
El sistema de paracaídas
El paracaídas principal de la primera etapa tiene 15 metros de ancho, mientras que el de la segunda mide 35 metros. Este último será el paracaídas más grande jamás enviado a Marte. Fabricado con más de 800 metros cuadrados de tela y más de 4 kilómetros de cuerda para las líneas de suspensión, explican desde la ESA, se tardará unos tres días en plegarlo dentro de su bolsa. «El plegado meticuloso de cada paracaídas dentro de su bolsa es esencial para garantizar un despliegue adecuado», recuerdan los expertos. El sistema de paracaídas probado en Suecia ya estaba calificado para volar a Marte en 2021, pero la misión fue abortada debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia. «Llevamos a cabo esta campaña para confirmar que estamos preparados para Marte y verificar que los paracaídas siguen funcionando según lo previsto después del largo almacenamiento», explica Luca Ferracina.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.