Ya sabemos por qué el oro se concentra en pepitas gigantes
Los cazadores de oro no están detrás de los guijarros que aparecen en los ríos y arroyos, sino en las pepitas gigantes debajo de la superficie terrestre. Si estás buscando una gran roca dorada y no sabes por dónde iniciar, aquí va la clave de todo: sigue el rastro del cuarzo. Usualmente la presencia del mineral de dióxido de silicio se asocia con el metal precioso acumulado en impresionantes dimensiones.
La ciencia no sabe cómo crear oro. Tampoco conoce por qué, a pesar de ser un elemento escaso, a veces se reúne desproporcionadamente en pepitas doradas gigantes. Hay algunas hipótesis al respecto. La más reciente es la que proviene de la Escuela de Atmósfera y Medio Ambiente de la Tierra de la Universidad de Monasha, en Australia, publicada en Nature Geocience.
La piezoelectricidad es la responsable del oro reunido en pepitas
La electricidad incentivada por los movimientos sísmicos provoca que el cuarzo acumule naturalmente el oro distribuido por la corteza hasta conseguir las codiciadas vetas. El estudio señala a la piezoelectricidad del cuarzo (la propiedad de un material para generar carga eléctrica cuando se somete a tensión mecánica) como responsable de la formación de las pepitas de oro.
La investigación comandada por el doctor Chris Voisey experimentó con cristales de cuarzo sumergidos en fluido rico en oro. La práctica no tuvo la intención de “fabricar oro”, sino de comprender cómo es que puede acumularse alrededor del mineral. Para comprobar la hipótesis de la piezoelectricidad, el equipo estresó el cuarzo a través de tensión generada por un motor que simulaba un terremoto. Los resultados sumaron evidencia sólida al origen propuesto.
“El cuarzo estresado no solo depositó oro electroquímicamente sobre una superficie, sino que también formó y acumuló nanopartículas de oro. El elemento tenía una tendencia a depositarse sobre granos de oro existentes en lugar de formar otros nuevos”, explicó Andy Tomkins, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Monash.
Según los científicos, el cuarzo funciona como una red del metal precioso por la paradoja entre las propiedades conductoras de ambos materiales. Mientras el mineral es un aislante eléctrico, el oro es un excelente conductor. El elemento distribuido en fluido sobre la corteza encuentra más de él alrededor del cuarzo y se acumula en cada sismo. “En esencia, el cuarzo actual como una batería natural, como el oro como electrodo, acumulando lentamente más oro”, dijo Tomkins.
La mayor pepita de oro registrada es la denominada “Welcome Stranger”. Se trató de una roca de 71 kilogramos descubierta en 1869 en una mina de Moliagul, Australia. La leyenda sobre su descubrimiento dice que los sistemas de intercambio de oro no estaban listos para una veta de ese tamaño. No había bascula que pudiera hacerle frente a la pepita que pesaba como una persona.
Otra pepita de proporciones inusuales apareció en Brasil en 1983. La Pepita Canaã pesa 60 kilogramos y actualmente se conserva dentro del Museo de Valores del Banco Central, en Brasilia. Actualmente el oro encontrado se apila en lingotes que pesan aproximadamente 12.4 kilogramos.