Si quieres elevar el gasto calórico de tus caminatas más vale que te detengas, literalmente
Para perder peso y reducir el índice de masa corporal, es esencial obedecer una regla matemática fundamental: gastar más energía de la que se consume. Las personas pueden ejercitarse para aumentar ese gasto calórico y, de entre todas las actividades físicas posibles, caminar es la más sencilla. No requiere de un esfuerzo considerable e incluso existe un mínimo de pasos recomendado que oscila entre 8,000 y 10,000.
Si quieres consumir energía caminando, debes caminar bastante. Sin embargo, caminar sin descanso no necesariamente implica consumir más energía. Un reciente estudio de la Universidad de Milán descubrió que las personas que realizan caminatas con pausas queman más calorías que aquellas que practican caminatas sin descanso. Los investigadores explican sus hallazgos con una analogía: el mecanismo de gasto calórico del cuerpo al caminar el similar al de un vehículo que consume más combustible durante los primeros kilómetros, al iniciar el viaje.
“Cuando comenzamos a caminar, podemos incurrir en algunos costos fijos al comienzo de la marcha. En analogía, conducir un automóvil necesita algo de combustible para arrancar el motor o sacar el automóvil del garaje. Descubrimos que cuando se parte del reposo, se consume una cantidad significativa de oxígeno solo para comenzar a caminar. Incurrimos en este costo independientemente de si luego caminamos durante 10 o 30 segundos, por lo que proporcionalmente, pesa más para las marchas más cortas que para los más largas”, explicó Francesco Luciano, primer autor del estudio publicado Proceeding of the Royal Society B.
Conociendo las demandas metabólicas de las marchas
Los investigadores de Milán decidieron hacer este estudio después de notar que la mayoría de las métricas utilizadas provienen de personas que realizaron pruebas en estado metabólico estacionario. En otras palabras, el gasto calórico de caminar está calculado a partir de un ritmo cardiaco elevado y constante, donde el consumo de energía del cuerpo es «equilibrado». Hasta ahora, entonces, ho había estimaciones del esfuerzo que implica abandonar el estado de inmovilidad.
Generalmente se recomienda una caminata corta de 30 minutos al día, cinco días a la semana, para mantener la salud. Pero los científicos del estudio son conscientes de que hay personas en diferentes escenarios que les impiden moverse constantemente. Para ellos, era necesario conocer con precisión el gasto calórico de las marchas con pausas para diseñar programas de rehabilitación dirigidos a personas con movilidad limitada, obesidad o que han sufrido accidentes cerebrovasculares.
Los científicos colocaron a un grupo de personas sobre máquinas de ejercicio. Los voluntarios caminaron durante periodos de 10 a 240 segundos en una escaladora y los investigadores calcularon el consumo promedio de oxígeno. Observaron que caminar o subir escaleras en intervalos de 10 a 30 segundos aumentaba el consumo de oxígeno entre un 20 y un 60% más que recorrer la misma distancia sin interrupciones. Este incremento en la necesidad de oxígeno es un indicador de mayor gasto energético durante los episodios cortos.
“Cuando caminamos durante períodos más cortos, usamos más energía y consumimos más oxígeno para cubrir la misma distancia. Comprender las demandas energéticas de las caminatas cortas podría ayudarnos a promover la actividad física de una manera más inclusiva», finalizó Francesco Luciano.