Denuncian comentarios homófobos y amenazas en un partido de voleibol: »Me dan ganas de no jugar más»
El pasado sábado ocurrió un capítulo negro en el deporte español. Una serie de insultos e incluso amenazas que se vivieron en el partido de la Superliga 2 de voleibol masculino entre el Universidad de Granada y el Marbella en el Pabellón Fuentenueva de Granada. Un partido donde se jugaban tratar de alejarse del descenso a Primera Nacional que se volvió una pesadilla para uno de los jugadores del Marbella, Raúl Muñoz, y sus compañeros de equipo que tuvieron que escuchar comentarios como «maricón de mierda», «el Marbella son una panda de maricones», «que se besen que se besen», «vete a tomar por culo», «que te den por culo» o «te lo mereces por hijo de puta». Comentarios que le han llevado a denunciarlo públicamente.
Ha sido alucinante. Acoso y derribo contra nuestro cuerpo técnico, jugadores, familiares en la grada…
Un partido manchado por la homofobia
«Asimilando un poco el sentimiento encontrado. Mira que en todos los años que llevo jugando… ha sido alucinante, acoso y derribo contra nuestro cuerpo técnico, jugadores, familiares en la grada… Les dijeron luego que se estaban pasando y les daba igual«, empieza diciendo Raúl Muñoz al respecto. Unas palabras que ya empiezan siendo muy claras de lo ocurrido y apunta: «No tenemos ningún problema con el equipo. Éramos los últimos y ellos los antepenúltimos y sabíamos que iban a ir con el cuchillo entre los dientes. Había rivalidad sana, pero son cosas normales. Luego empezaron a hacer comentarios, a gritar… el líbero suyo se enfrentó con Marcelo -su entrenador- y dije: no sé que ha pasado, dejarlo ahí y vamos a jugar, pero la grada parece ser que se lo tomó más personal«.
Raúl Muñoz en un partido con el Marbella
Y fue justo en ese momento donde empezó todo a torcerse: «Cuatro energúmenos se acercaron a donde estabamos y nos estaban amenazando diciendo que nos esperaban fuera para pegarnos«. Unas cosas que como nos cuenta todavía afectado, «en 17 años jamás me ha pasado año, nunca había vivido esto. Una impotencia de decir, no es verdad, no es real«. Un problema que no se quedó en la pista sino que parece que continúa fuera: «Ahora me estoy enterando que han escrito a un amigo diciendo que estábamos exagerando un poquito. Que no creen que hayan dicho eso en la grada»
La árbirtra no ha reflejado nada en el acta. La entrenadora de ellos les dijo a Marcelo y a Mónica: enhorabuena gilipollas
El árbitro no lo recogió en el acta
Y no acaba ahí la cosa. «Fui al árbitro porque lo escuché varias veces. Escuché maricón de mierda y luego dijeron que eres el capitán de todos los maricones de Marbella. Fui al árbitro y le dije que parara esto porque sino no vamos a seguir jugando. El delegado de campo lo único que hizo fue ponerse entre la grada y nosotros.» Una inacción de la colegiada del partido que no solo se quedó en el campo, sino que tampoco se vio recogido en el acta del partido: «La árbirtra no ha reflejado nada en el acta. La entrenadora de ellos les dijo a Marcelo y a Mónica: enhorabuena gilipollas.» Un grito contra estas amenazas e insultos homofóbicos en el que menta también a la RFEVB: «Que no se pronuncie la Federación nada… tiene que pasar 24 horas y ni se pronunciará».
Imagen del equipo entero del Marbella
Indefenso. Así se siente Raúl Muñoz ante esta situación que mancha un deporte como el voleibol: «Nunca he tenido esta sensación de abandono. ¿Qué hubieran hecho? ¿Hubieran bajado y nos hubieran pegado?» Una indignación que le ha llevado a contar lo sucedido y que incluso lo compara con una violación a sus derechos: «Lo asemejo a como una violación. ¿Que te tengo que dar de pruebas? ¿Grabarme cómo me violan para decir que me han violado? Así me siento, porque esto se escucha en la retransmisión. Lo que yo no entiendo es que ellos son los ofendidos, ¿qué nos tenemos que callar?»
Unas acciones que incluso a varios miembros del equipo local en este partido admitieron después del partido estar en desacuerdo con lo sucedido: «Hay dos compañeros de Granada que vinieron a decirnos que estaban avergonzados y que no forman parte de esto. Hubo otros que alentaban a la grada». Y agradece todo el apoyo a sus compañeros: «Tengo un grupo fantástico que me ha acompañado y apoyado siempre. Es una pena todo lo que ha pasado. Cómo algo que quieres tanto te puede hacer tanto daño».
Si fuese fútbol esto estaría en el fin del mundo, pero como es voleibol…
Se le quitan las ganas hasta de jugar
«Me dan ganas de no jugar más porque siempre es la misma historia. Es un sentimiento de abandono. Si fuese fútbol esto estaría en el fin del mundo, pero como es voleibol… La Federación no han llamado nadie y no nos han dicho nada. Jamás he insultado a nadie, celebras a la grada porque son cosas del deportes», releva sensiblemente emocionado el ’10’ del Marbella y un jugador de sobra conocido en el voleibol nacional por su extensa trayectoria.
Y asegura: «Soy educador, soy docente, estoy indignado que una entidad pública lo consienta. Porque son una entidad pública: odio y homofobia. Como profesional y docente no me creo que nos haya pasado esto. Solo asentía con la cabeza el delegado y no decía nada. No escuché nada de su boca«. Algo que le ha tocado vivir ahora en su carrera y que espera no tener que vivirlo nunca más: «Lo que quiero es que no vuelva a pasar más. Afortunadamente tengo 33 años para gestionar estas cosa, porque quien lo ha pasado mal y no ha dormido esta noche soy yo. Me duele más por mi familia y por mis amigos. Los niños que vienen detrás… esto no se veía. ¿Qué va a tener que hacer un niño cuando tenga una conducta sexual diferente a la ordinaria? ¿Reprimirse?«, concluye.