¿Beber demasiada agua es realmente perjudicial?
No se pueden poner al mismo nivel las características del agua y las del vino, o de las bebidas alcohólicas en general. El alcohol (está demostrado) es siempre una molécula nociva, incluso en pequeñas cantidades. El agua simplemente no lo es. Sin embargo, es cierto: hay algunos casos (muy raros) en los que incluso el agua puede causar problemas. Pero depende de la cantidad y también de nuestro estado de salud. El fenómeno se conoce como sobrehidratación o intoxicación por agua. Esto es lo que hay que saber.
¿Cuánta agua hay que beber al día?
No existe una respuesta única a esta pregunta. Para una persona adulta, en general, el consejo es consumir 8 vasos de agua al día, es decir, unos 2 litros. Sin embargo, las necesidades pueden cambiar dependiendo, por ejemplo, de la estación del año (en verano es mejor beber más) o de la actividad física que se realice durante el día. Las mujeres embarazadas necesitan al menos 2 litros de agua al día. Un buen indicador para saber si tienes suficiente hidratación es observar tu diuresis: si bebes cuando tienes sed y tu orina tiene un color parecido al té, probablemente lo estés haciendo bien.
¿Existe el riesgo de beber demasiada agua?
«Como Sociedad Italiana de Nefrología (SIN) queremos subrayar que no se debe transmitir el concepto de que el agua es mala«, explica a WIRED Luca De Nicola, presidente de la SIN. «Si una persona tiene una función renal normal, incluso beber de 4 a 5 litros de agua, té o infusiones, al día no causa problemas, porque los riñones son órganos «inteligentes» y, si están sanos, son capaces de soportarlo y eliminar el exceso de líquidos manteniendo el equilibrio electroquímico del organismo». De hecho, a veces (añade el médico), aumentar un poco la ingesta de agua puede incluso ayudar a reducir la retención de líquidos y manchas como la celulitis».
«La llamada intoxicación hídrica existe, pero es una afección extremadamente rara, que se da sobre todo en pacientes que padecen insuficiencia renal, es decir, que tienen riñones que no funcionan como deberían, o de un trastorno psiquiátrico conocido como potomanía, o polidipsia psicógena, que les lleva a beber cantidades desproporcionadas de agua en comparación con las necesidades del organismo, incluso 20 litros al día», prosigue De Nicola.
Según explica el experto, la intoxicación hídrica se manifiesta principalmente con náuseas y vómitos y trastornos neurológicos, por ejemplo confusión, astenia y sensación de desorientación, provocados por una disminución de la concentración de sodio en la sangre que hace que las células se hinchen e impide su correcto funcionamiento.
«Quiero reiterar que la deshidratación, es decir, beber poca agua, es un riesgo mucho más frecuente que la sobrehidratación«, concluye De Nicola, y agrega que todos deberíamos acostumbrarnos a beber más agua que los dos litros canónicos, sobre todo en verano, y también a comer alimentos ligeramente más salados«.
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.