domingo, marzo 9, 2025
Ciencia y Salud

Mucho de lo que predijo Einstein ha sido confirmado, mas no la memoria gravitacional del universo; el fondo de microondas puede ser la clave


Algunos de los fenómenos predichos por la teoría de la relatividad general, propuesta por Albert Einstein, todavía están en espera de evidencia observacional que los confirme. Uno de estos es el denominado efecto de memoria gravitacional, el cual sugiere que el tejido espacio-tiempo puede quedar permanentemente marcado si se enfrenta a ondas gravitacionales.

Es probable que, al igual que con las ondas y los lentes gravitacionales, comprobar el efecto de memoria gravitacional sea solo cuestión de tiempo. Actualmente, la tecnología disponible limita a los cosmólogos interesados en el tema. Más información sobre estas arrugas en el tejido espacio-tiempo llegará cuando se desarrollen sensores lo suficientemente precisos para visualizarlas.

Pero hay algunos astrónomos que no quieren esperar a que esa nueva tecnología llegue para abordar el enigma de la memoria gravitacional. Un equipo de científicos de la Universidad de Valencia, España, y del Instituto Niels Bohr, en Dinamarca, desarrolló una forma de buscar huellas de esas marcas en el universo con ayuda del fondo cósmico de microondas (FCM), y también usando un escenario hipotético de fusiones de agujeros negros.


rayos cósmicos

Un trabajo de la Universidad de Nueva York expone que los rayos cósmicos de ultra alta energía también pueden ser causados por la fusión de estrellas de neutrones.


¿Quién dejó esta memoria gravitacional en mi universo?

A grandes rasgos, la teoría de la relatividad general advierte que la gravedad no es una fuerza que ejerce un objeto grande sobre uno pequeño, sino una manifestación de la curvatura del tejido espacio-tiempo producida por la presencia de masa y energía. Cuanta más masa tenga un objeto, más curvatura hay en el tejido espacio-tiempo y, por lo tanto, la intuición percibe que “hay más gravedad”. En el caso de los agujeros negros, teóricamente son tan densos que el espacio-tiempo se curva de manera infinita.

En el universo hay escenarios increíblemente violentos, como una fusión de agujeros negros o un choque de estrellas de neutrones, que afectan el entorno enormemente. El espacio-tiempo se “perturba” en forma de ondas gravitacionales que viajan a la velocidad de la luz. En 2015, la ciencia al fin pudo detectar una de esas ondas predichas por Einstein en 1916. Desde entonces, la astronomía ha ganado una nueva forma de observar eventos pasados y poderosos en el universo a través de esas ondas que, en algún punto, hacen contacto con la Tierra.

Dos estrellas de neutrones chocando

Un concepto de dos estrellas de neutrones chocando y generando ondas gravitacionales a su alrededor.

NASA



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