viernes, noviembre 21, 2025
Cuba

Un babuino se fuga del Zoológico de Sancti Spíritus y moviliza a las Tropas Especiales


La fuga ocurrió en las primeras horas de la madrugada de este miércoles.

MIAMI, Estados Unidos. – La fuga de un babuino sagrado del Parque Zoológico de Sancti Spíritus mantuvo en vilo, durante al menos cuatro horas, a un barrio colindante con la instalación y obligó a desplegar un amplio operativo con Tropas Especiales, funcionarios del Ministerio del Interior (MININT) y personal veterinario.

El animal, un macho adulto llamado Víctor y descrito como padre del “clan” de babuinos del centro, fue finalmente capturado sin daños para personas ni para la propia especie, pero el incidente dejó al desnudo vulnerabilidades reconocidas por la dirección del zoológico.

Según el relato difundido por medios oficiales, basado en declaraciones de la directora del parque, Tahimí Meneses Venegas, y del técnico veterinario Adalberto Piloto Cepero, la fuga ocurrió en las primeras horas de la madrugada de este miércoles. Víctor forzó el candado de su jaula, algo que ya había hecho antes, aunque hasta ahora se había quedado dentro del recinto.

“Víctor es un babuino sagrado, muy inteligente”, subrayó Meneses Venegas, quien recuerda que “había ocasiones en que rompía el candado, pero se quedaba dentro, como enseñándonos que él sabía y esta vez salió”. El animal, padre de un grupo de Papio hamadryas que habita en el zoológico espirituano, abandonó la instalación y se dirigió al caserío contiguo, una proximidad que la propia directora califica como una irregularidad urbanística: “Los zoológicos no deben tener vecinos tan cerca, pero aquí es así”.

Cuando lo localizaron, Víctor estaba sobre la tapia de un baño exterior en el barrio La Ford, observando el entorno. El reporte describe una escena de tensión contenida: el primate “observaba, respiraba, calculaba”, mientras las autoridades activaban un protocolo centrado en evacuar el área más cercana, asegurar las viviendas, proteger a las personas e informar a la Empresa Cubana de Zoológicos.

Al lugar llegaron efectivos de Tropas Especiales y funcionarios del MININT, junto al médico veterinario encargado de la anestesia. Este disparó tres dardos tranquilizantes sin éxito, hasta que un cuarto impacto logró desestabilizar al animal lo suficiente como para permitir la aproximación sin que perdiera totalmente la conciencia, un detalle clave para evitar reacciones bruscas en un primate de gran fuerza.

Mientras se desarrollaba el operativo, un técnico veterinario corría desde Villa Clara: Adalberto Piloto Cepero, responsable durante tres años del cuidado cotidiano del babuino. “Cuando llegué, ya había miembros del MININT, trabajadores del centro… todos tratando de capturarlo”, recuerda. “Le hablé, y enseguida se tranquilizó”.

Piloto Cepero describió a Víctor como un animal de carácter complejo, pero con un vínculo particular con sus cuidadores más cercanos: “Para lo agresiva que es su especie en estado natural, él conmigo ha sido dócil, incluso me recibe con agrado”. Ese lazo, construido a partir de la rutina y el reconocimiento mutuo, fue determinante: mientras la voz del técnico bajaba el pulso del animal, el pequeño equipo de captura avanzó, lanzó una malla y lo sujetó sin violencia hasta conducirlo de regreso a su jaula.

Sin embargo, detrás del desenlace positivo, la propia dirección del zoológico admite “una verdad incómoda”: la seguridad de la instalación debe replantearse. Meneses Venegas adelantó que “las aulas del mono tendrán campanas para resguardar los candados”, una solución técnica que, según explicó, no se aplicará solo a Víctor, sino también a otras especies, con el objetivo de proteger los mecanismos del agua, la lluvia y la manipulación reiterada. 

El caso también vuelve a colocar bajo la lupa la convivencia entre el zoológico y el barrio La Ford. El propio reportaje oficial recuerda que el Parque Zoológico de Sancti Spíritus es “uno de los espacios recreativos más visitados de la provincia”, pero su cercanía con el caserío implica ruido, tránsito humano constante y, ahora, el antecedente de una madrugada con un babuino sobre una tapia, a escasos metros de viviendas.

Más allá del episodio puntual, la especie de Víctor obliga a extremar precauciones. El babuino sagrado (Papio hamadryas), originario del Cuerno de África y de la península Arábiga —y no de la India, como suele creerse—, es una especie con jerarquías sociales muy rígidas y gran fuerza física. En el zoológico espirituano, se trata además del único primate que consume carne, lo que incrementa la percepción de riesgo y las exigencias de manejo. “Es agresivo en su naturaleza”, reconoce la directora.

La memoria institucional del centro arrastra un antecedente grave: el abuelo de Víctor mordió años atrás a un niño, y como consecuencia fue necesario amputarle la mano. 

En el caso concreto del babuino fugado, los trabajadores afirman que nunca ha agredido a un empleado, pero sí ha mostrado un comportamiento dominante frente a otras babuinas. Se intentó emparejarlo con una hembra procedente de Camagüey, sin éxito: “Es un animal que no soporta la convivencia con una hembra. Ya lo tenemos separado. Y una de sus crías macho viene pareciéndose mucho a él…”, advierte Meneses Venegas, lo que sugiere que las características de carácter podrían repetirse en la línea genética.

No se trata, además, de un hecho aislado en el país. En 2024 circularon imágenes de la captura de un mono fugado del zoológico de Caibarién, en Villa Clara, en un operativo donde participaron Boinas Rojas del MININT junto a perros, y ese mismo mes se reportó la fuga de otro mono en el Zoológico de 26, en La Habana.



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