Andros Perugorría, actor de “Renacer”
AREQUIPA, Perú – Desde hace unos cuatro meses Cubavisión trasmite la telenovela Renacer, que lo cubanos dentro y fuera de la Isla están siguiendo también desde Youtube. El dramatizado ha sido un éxito, con constantes giros y un amplio desarrollo de personajes que recuerdan casi a las tan gustadas producciones de Brasil.
La telenovela también cuenta con un amplio cast de personajes que mueven los hilos de la trama, así como de actores, más y menos consagrados en el medio, que le dan vida al guion. Precisamente entre los menos experimentados en la televisión cubana destaca Andros Perugorría, quien interpreta a Fabián Montenegro, uno de los protagonistas de la historia.
Sobre su paso por Renacer, el joven artista conversó con el canal de Youtube Cuba Today +, compartiendo detalles de su vida y detrás de cámara de la producción televisiva.
Andros cuenta que llegó al proyecto a través del proceso de casting. Tenía grandes ganas de trabajar tras un período de pandemia en el que escasos audiovisuales se realizaron en la Isla y en consecuencia, existieron pocas oportunidades para los artistas.
Acostumbrado a las rutinas del cine y el teatro, el actor en un principio dudó si formar parte de la telenovela, pero finalmente su pasión por la interpretación lo motivaron aceptar.
“Era una oportunidad, un reto nuevo. Dije: ‘¿por qué no?’ Al final voy a actuar y aunque sea otro lenguaje y otra manera, voy a hacer lo que me gusta”, señaló.
Si bien inicialmente su personaje tuvo una recepción mixta por parte del público, de a poco sus conflictos e historia fueron ganando mayor tracción entre el gusto de los espectadores, al punto que muchos resaltan ahora su aproximación singular al rol de galán, con un sosiego, manierismos y especial sensibilidad que hereda más de morales tradicionales que de esnobismos o modas.
“Lo rico de este arte, de lo que hacemos, es sorprendernos, es mostrar no solo una manera de hacer las cosas o un tipo de persona. Tenemos en nuestras manos la capacidad de mostrar la cantidad y variedad de formas y personalidades que existen en nuestra sociedad. Y porque sean menos o distintas no quiere decir que no sean cubanas”, resaltó el artista.
Al respecto, Andros, hijo del famoso actor Jorge Perugorría, refirió que la pequeña pantalla en Cuba está carente de esa pluralidad en contenido y representación, una que no se apoye en estereotipos o fórmulas que por exitosas pecan en ocasiones de repetitivas.
Entre otras interioridades de los seis meses de rodaje, el joven intérprete explicó que los sets eran muy dinámicos, con una vorágine rápida y escenas que se grababan sin apenas pausas que obligaban al elenco a tener muy clara la progresión de sus personajes. Y es que como es usual en estas producciones, no se filma en orden cronológico, lo que significa que un actor puede hacer un día tomas del capítulo 3, el 15 y también del 60.
“Al final el resultado es la punta de un iceberg. Detrás de cada audiovisual hay muchos profesionales que se encargan de que cada detalle quede lo mejor posible”.
En ese sentido Andros Perugorría habló sobre las carencias en Cuba y la manera en que afectan también la realización televisiva o cinematográfica.
“Los problemas económicos si afectan gran parte de la factura de lo que hagas, sobre todo en proyectos tan grandes como una telenovela (…) Como esto es una industria, al final, la televisión aquí trabaja con lo que puede. Muy bajo presupuesto (…) Lamentablemente en la televisión los especialistas muchas veces no tienen de donde sacar. A veces escuchas sus cuentos, tienen que poner a veces dinero de sus bolsillos o prestar ropa propia para poder hacer”.
“Te digo, yo vacié el closet entero, que tampoco es muy grande, pero tuve que sacar lo poco que tenía para usar ropa mía en televisión”, agregó.
A sus 34 años, al mismo tiempo que Fabían se ha arraigado en el gusto popular, también ha aumentado el reconocimiento de Andros Perugorría, quien ya se puede ver en famosas producciones como la película Juan de los muertos, El Cuerno de la Abundancia, Fátima o El Parque de la Fraternidad y, más recientemente, La Mujer Salvaje.