jueves, diciembre 12, 2024
Ciencia y Salud

Beata Halassy, la viróloga que probó una terapia vírica en su propio cáncer de mama


Beata Halassy, viróloga de la Universidad de Zagreb, Croacia, diseño y probó en sí misma una terapia para tratar el cáncer de mama, su método se basó en dos virus que estudió en su laboratorio. Según el título del artículo científico publicado en la página web del Instituto de Investigación Médica (IMDPI, por sus siglas en inglés) se trata de un «estudio de caso no convencional», al no ser probado previamente mediante un procedimiento clásico.


Mujer sosteniendo un moño rosa a la altura del ceno izquierdo.

Según investigadores, podríamos optimizar los programas de prevención de cáncer de mama teniendo en cuenta el riesgo individual de cada mujer.


Combatir los tumores con virus

El cáncer de mama es el tipo más diagnosticado de cáncer y la principal causa de muerte en mujeres en todo el mundo. Las estrategias terapéuticas incluyen la extirpación quirúrgica del tumor, terapias oncológicas sistemáticas con intención curativa en entornos neoadyuvantes y adyuvantes y un panel de medidas terapéuticas de apoyo cuando la enfermedad es avanzada. Estas terapias abarcan quimioterapia, radioterapia, terapia endocrina para cánceres que expresan receptores de hormonas sexuales y, recientemente, la inmunoterapia. De acuerdo con el análisis propuesto por investigadores al trabajo de Halassy, todas implican distintos grados de toxicidad; algunas incluso pueden comprometer la vida del paciente. La búsqueda de nuevos nuevas modalidades con igual o mayor eficacia está altamente justificada para todos los subtipos de cáncer de mama, especialmente para aquellos que no son susceptibles a terapia dirigida, como los tumores triple negativos.

El enfoque propuesto por Halassy se denomina «viroterapia oncolítica» (OVT) y lleva varios años investigándose. En los últimos 40 años los especialistas la han aceptado, pero la traducción en su uso médico enfrenta desafíos, ya que los resultados de los estudios clínicos son significativamente inferiores a lo esperado y no repiten el éxito preclínico. Por ejemplo, el fármaco T-VEC (Talimogene Laherparepvec) fue autorizado en 2015 por la Unión Europea para el tratamiento de ciertas formas metastásicas de melanoma; se deriva de una forma atenuada del virus que causa el herpes labial, modificado para infectar y destruir células tumorales. Según un reportaje de la revista Nature sobre Halassy, aunque el desarrollo de la OVT se ha dirigido hacia pacientes con otros cánceres en etapa temprana, aún no existe ningún fármaco aprobado para el tratamiento de cáncer de mama.


article image

Google dio a conocer cómo utiliza la IA para ayudar a los radiólogos a detectar con mayor precisión y velocidad el cáncer de mama, que, según la Organización Mundial de la Salud, afecta a más de 2 millones de mujeres al año en el mundo.


El caso Halassy

Halassy fue diagnosticada por primera vez en 2016 con cáncer ductal invasivo; se trató mediante mastectomía seguida de una quimioterapia adyuvante. En 2018, se le extirpó quirúrgicamente una pequeña recurrencia local debajo de la sutura de la mastectomía anterior. Sin embargo, quedo un pequeño «seroma», una acumulación de líquidos corporales en el lugar donde se había extirpado el tejido. En 2020, a la edad de 49 años, se practicó una resonancia magnética (RM) la cual mostró que el seroma había progresado a un tumor sólido de 2 centímetros de diámetro. La RM mostró que el tumor había invadido el músculo pectoral, lo que fue confirmado por la tomografía por emisión de positrones (PET).

En ese momento, y bajo sus propios medios, decidió inyectarse directamente en el tumor una cepa del virus de sarampión; el mismo que se utiliza para la producción de vacunas, después, una cepa de virus de la estomatitis vesicular. Según una noticia de Nature, ambos virus se utilizaron en ensayos clínicos del pasado como parte de viroterapias contra el cáncer. El tratamiento duró dos meses, en los cuales los oncólogos de Halassy acordaron seguir controlándola. Durante este periodo no se produjeron efectos secundarios particulares: el tamaño del tumor se redujo y la masa se desprendió del tejido circundante, permitiendo la extirpación. Tras la operación, se le prescribió Trastuzumab por un año, un medicamento basado en anticuerpos monoclonales, cuya acción consiste en detener el crecimiento de las células de cáncer de estómago, cáncer de unión gastroesofágica y de mama. Después de casi cuatro años de la operación, la viróloga no ha presentado reaparición de tumores.

Los resultados del ensayo se publicaron tras varios rechazos por parte de otras revistas científicas: «La principal preocupación siempre ha sido la cuestión ética», explica un investigador a Nature. Probablemente por miedo a que otros siguieran el mismo camino de la autoexperimentación, aunque Halassy refiere a la revista que esto es poco probable, ya que se necesita un «gran bagaje científico».

Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.



Source link

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *