Blanca Romero: el estilo cambiante de una modelo poco común
Modelo, cantante y actriz,
Blanca Romero
es uno de los nombres más populares de nuestra crónica social. Es madre de
Lucía Rivera
, también modelo e influencer, y aunque lleva años apartada de la vida social, de vez en cuando se deja ver en algún acto.
Separada de Cayetano Rivera
, quien
adoptó a Lucía como hija suya, la modelo, cantante conocida como La Perra y actriz lleva una vida bastante intensa en sus redes sociales. Y gracias a su perfil de Instagram podemos ver muchos de sus looks.
Lo cierto es que
el estilo de Romero es muy cambiante, como su propia vida. No tiene miedo a los retos ni a las metamorfosis, ya sea a nivel capilar o estilístico. Y de ahí que sea difícil definirla por su forma de vestir. Pero cuando pisa una alfombra roja demuestra que su glamour y sofisticación permanecen intactos.
Blanca Romero, el estilo cambiante de una modelo atípica
Blanca Romero nació en Gijón en 1976, y fue madre soltera de Lucía Rivera, nacida en 1998. Además
se casó con Cayetano Rivera, hijo de Carmina Ordóñez y Paquirri, en 2001, pero la pareja se divorció a los tres años. En ese tiempo, el extorero, que hoy mantiene una relación con la portuguesa María Cerqueira, adoptó legalmente a Lucía, que siempre ha utilizado el apellido de su padre adoptivo. Hace unos años se conoció quién era el padre biológico de Lucía, un modelo con el que su madre había tenido una relación esporádica.
Fue
madre soltera de nuevo en 2012 tras el nacimiento de Martín, su hijo pequeño. Y es que la modelo es una mujer valiente y segura de sí misma a la que nada se le pone por delante. Trabajó mucho como maniquí en París, probó suerte en el mundo de la música como La Perra y ha trabajado bastante en cine y en televisión. De hecho, en 2010 fue candidata al Goya a Mejor Actriz Revelación por After, de Alberto Rodríguez, y ha trabajado en numerosas series de TV como Bajo Sospecha, Física o Química: el reencuentro o La luz de la Esperanza. También ha participado en MasterChef Celebrity.
En cuanto a su estilo, la modelo posee
una forma de vestir muy peculiar y cambiante. Cuando considera que la naturalidad debe prevalecer es capaz de acudir a un evento en pantalón vaquero y zapatillas. Pero cuando se trata de una ocasión de red carpet o similar, la asturiana se transforma por completo y recupera ese glamour y elegancia que tanto la ayudaron en su carrera como modelo. Y se atreve con todo, ya sea con un look de fiesta de inspiración sartorial, con vestidos con detalles cut-out o con diseños de glamour más old school.
Blanca Romero: naturalidad ante todo
La modelo y actriz, que vive feliz en Asturias, es una
gran amante de la moda española. Eso es una realidad. Para las pocas ocasiones en las que se deja ver en público, y donde siempre aparece con looks maravillosos, la asturiana recurre a firmas made in Spain. Entre sus preferidas están la diseñadora Alicia Rueda o las firmas Dolores Promesas y Koahari. También recurre a joyas de firmas vintage como Del Páramo y a gafas de sol de firma española como Tiwi.
En sus outfits más relajados es fan de las zapatillas de la firma Pitas. Y es que si de alguna forma Blanca Romero se siente más ella es cuando
viste informal y con unos sencillos pantalones vaqueros. Un look que no por informal deja de atreverse a llevar a un evento. Porque Blanca Romero es así: una modelo con mil vidas y mil looks. Y cuando le apetece, se muestra tan y como es: divertida, natural y honesta. Y eso lo transmite también a al hora de escoger las prendas y accesorios con los que viste.
Y aunque su estilo es, como vemos, cambiante y siempre susceptible de dar un nuevo giro, hay una pautas que se repiten: el
color blanco y el rojo, dos de sus tonos preferidos a juzgar por sus estilismos. Y su gusto por los accesorios llamativos, como las gafas de sol de colores o los bolsos con diseños sporty. Y es que Blanca Romero mantiene el alma de esa carrera de modelo que tantas alegrías le reportó y defiende igual de bien un look informal con jean tipo baggy y zapatillas como el conjunto sartorial en versión strapless más sofisticado que podamos imaginar.