Científicos detectan pulsos en el subsuelo de África; aquí surgiría el próximo océano del mundo
Desde las profundidades del manto de África, la Tierra revela señales que sugieren un cambio profundo en curso. Una columna de roca fundida asciende lentamente, debilitando la corteza terrestre y provocando fracturas visibles en África Oriental. Dentro de millones de años, este mecanismo desgarrará al continente en dos para dar paso a un nuevo océano.
Científicos de la Tierra de la Universidad de Southampton, en Reino Unido, encontraron nueva evidencia sobre el ascenso de material incandescente en el subsuelo de la región de Afar, Etiopia, una conocida depresión que, a su vez, es un triángulo de ruptura continental donde convergen la falla principal etíope, la falla del mar Rojo y la del golfo de Adén.
Afar y la desgarradura continental africana
Durante mucho tiempo se ha propuesto que debajo de Afar debería aguardar un afloramiento de roca ardiente mantélica (también conocidos como penachos o plumas mantélicas) que estirará la corteza continental y propiciará las condiciones para formar una cuenca oceánica. Hasta hace poco, no había demasiada información al respecto. El análisis publicado recientemente en Nature Geoscience concluye que la pluma no está ascendiendo continuamente (como se creía), sino en forma de pulsos.
Según los modelos predictivos, un flujo ascendente de material del manto debería incentivar actividad volcánica en los bordes de la ruptura. Los investigadores no pueden perforar el manto para llegar hasta la roca fundida, pero sí pueden revisar el material que han arrojado las erupciones recientes. El equipo tomó muestras de 130 flujos de lava basáltica para extraer sus firmas químicas y las contrastaron con las firmas que debería exhibir bajo distintos escenarios. La investigación concluye que la hipótesis de la pluma mantélica que sube por pulsos es la más consistente.
«Estos pulsos ascendentes del manto parcialmente fundido son canalizados por las placas de ruptura de arriba. Eso es importante para cómo pensamos sobre la interacción entre el interior de la Tierra y su superficie», explicó Emma Watts, autora principal de la investigación y académica de la Universidad de Southampton.
Sobre el posible océano en África
El nuevo océano que aparecerá en África será una extensión del mar Rojo y el golfo de Adén, que confluyen en la depresión de Afar. Estimaciones clásicas calculan que faltan entre 8 y 10 millones de años para que se consolide. Sin embargo, hay nuevos modelos que proponen que el cambio llegará en solo 2 millones de años. Aunque el proceso es lento —de apenas unos pocos centímetros por año—, a muy largo plazo podría generar una cuenca marina tan extensa como el mar Rojo.
Aunque estudia la misma región —el conocido Rift de África Oriental—, el estudio recién publicado evita dar una estimación de tiempo para que aparezca ese nuevo océano. “El trabajo muestra que los afloramientos profundos del manto pueden fluir por debajo de la base de las placas tectónicas y ayudar a enfocar la actividad volcánica donde la placa tectónica es más delgada. La investigación de seguimiento incluye comprender cómo y a qué velocidad se produce el flujo del manto debajo de las placas”, concluye Derek Keir, coautor de trabajo.